AWS se ha convertido en el motor silencioso de miles de aplicaciones, plataformas y servicios. Su potencia, flexibilidad y escalabilidad han transformado la forma en que operan las empresas modernas. Sin embargo, esa misma facilidad para construir e implementar recursos en la nube puede llevar a una falsa sensación de seguridad.
Es común asumir que, al usar AWS, todo está bajo control en términos de protección. Pero esta es una idea errónea (y potencialmente peligrosa). Amazon se encarga de la seguridad de su infraestructura, pero la protección de lo que tú haces dentro de ella es completamente tu responsabilidad.
Piensa en AWS como un edificio con muros sólidos y un techo resistente. Ellos te dan el espacio, pero tú debes encargarte de poner cerraduras, instalar alarmas y asegurarte de no dejar objetos de valor a la vista. Configuraciones mal hechas, permisos demasiado amplios o descuidos en la gestión de credenciales pueden abrirle la puerta a riesgos serios, aunque la infraestructura base sea segura.
En este artículo vamos a explorar cinco de las vulnerabilidades más comunes (y críticas) que suelen pasarse por alto en entornos AWS. Si quieres aprovechar todo el potencial de la nube sin poner en juego tu seguridad, esto te interesa.
Entendiendo el modelo de responsabilidad compartida de AWS
Cuando usas AWS, es fácil pensar que todo está cubierto en cuanto a seguridad. Pero la verdad es que Amazon solo se encarga de una parte del trabajo. Lo que se conoce como el modelo de responsabilidad compartida significa que ellos se ocupan de que su infraestructura esté segura (hardware, centros de datos, redes, etc.), pero tú eres responsable de proteger lo que haces dentro de esa infraestructura: tus datos, tus configuraciones, tus accesos.
Conoce más sobre: Evita Amenazas Digitales con el Modelo de Responsabilidad Compartida
5 Vulnerabilidades reales en AWS que sí son tu problema
Veamos algunos errores comunes (y peligrosos) que muchos cometen al usar AWS, y qué puedes hacer para no caer en ellos.
1. Ataques de SSRF (Server-Side Request Forgery)
Aunque tengas tu app en la nube, sigue siendo vulnerable a ataques como el SSRF, donde un atacante convence al servidor para que haga solicitudes a su favor. Esto puede terminar en accesos no autorizados o filtraciones de información.
¿Qué hacer?
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Escanea tus apps con frecuencia para encontrar y corregir fallos.
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Activa IMDSv2 en tus instancias EC2. Es una capa extra de protección contra SSRF que AWS te ofrece, pero que tú tienes que activar.
2. Permisos mal gestionados (IAM desordenado)
IAM (Identity and Access Management) te deja controlar quién accede a qué en tu cuenta AWS. El problema es que, si no lo configuras bien, puedes terminar dando más permisos de los necesarios… o peor, acceso total sin darte cuenta.
Errores comunes:
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Roles demasiado abiertos.
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Falta de controles básicos como MFA.
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Buckets S3 que quedan públicos por accidente.
¿Qué hacer?
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Aplica el principio de “mínimo privilegio”: solo da acceso a lo necesario.
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Revisa y ajusta permisos con regularidad.
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Usa herramientas como IAM Access Analyzer para detectar configuraciones peligrosas.
3. Exposición de datos sensibles
Aunque AWS ofrece herramientas de cifrado y control de acceso, tú decides cómo usarlas. Si una app se conecta a un servicio como RDS (Relational Database Service), debes asegurarte de que los datos estén bien protegidos.
Un ejemplo típico: una vulnerabilidad tipo IDOR (Insecure Direct Object Reference). Si no tienes cuidado, un atacante con una cuenta de usuario puede acceder a datos que no le pertenecen.
¿Qué hacer?
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Valida y restringe los accesos desde tus aplicaciones.
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Cifra los datos en reposo y en tránsito.
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Implementa controles de autenticación y autorización robustos.
4. Falta de actualizaciones y parches
Sí, lo sabemos: suena básico. Pero todavía hay quien asume que AWS se encarga de actualizar sus servidores, y no es así. Si usas EC2, tú tienes que aplicar los parches al sistema operativo y a cualquier software que corra en esa instancia.
Por ejemplo, si instalas Redis en una EC2 con Ubuntu 24.04, tú te encargas tanto de mantener Redis actualizado como el sistema operativo. AWS se ocupa del hardware, pero lo de adentro es tu responsabilidad.
¿Qué hacer?
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Automatiza las actualizaciones cuando sea posible.
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Usa servicios como AWS Systems Manager para mantener el control de versiones.
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Considera opciones como Lambda, donde hay menos que parchar, pero no te olvides de mantener el runtime actualizado.
5. Superficie de ataque demasiado expuesta
Tienes todo el poder de decidir qué exponer al mundo y qué mantener cerrado. Pero si no usas bien ese poder, podrías estar dejando una puerta abierta sin darte cuenta.
Por ejemplo, supón que instalas GitLab en una EC2 y lo dejas abierto a internet sin protección. Si aparece una vulnerabilidad crítica (un "día cero"), y alguien la explota, tus datos están en juego. Y no, AWS no te va a cubrir por eso.
¿Qué hacer?
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Usa grupos de seguridad estrictos, firewalls, y VPCs bien configuradas.
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Restringe el acceso a servicios sensibles con VPNs o bastion hosts.
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Supervisa constantemente qué servicios tienes expuestos al público.
¿Qué es lo más importante que debes recordar?
Lo esencial es esto: usar AWS no te hace automáticamente seguro. Tener tu infraestructura en la nube no significa que la nube se encargue de todo. La seguridad no viene activada por defecto, y nadie más va a configurarla por ti.
La buena noticia es que AWS te da todas las herramientas necesarias para hacerlo bien, solo tienes que usarlas. Configura con cuidado, revisa tus permisos, protege tus datos y mantén tus servicios actualizados. Con eso, ya estás mucho más protegido que la mayoría.
Y si quieres llevar esa protección un paso más allá, herramientas como TecnetProtect pueden marcar una gran diferencia. TecnetProtect complementa tu seguridad en AWS con copias de seguridad automáticas, protección contra ransomware, gestión de parches y monitoreo centralizado. Así, no solo tienes el control de tus configuraciones en la nube, sino también un respaldo confiable que te ayuda a responder rápidamente ante incidentes y evitar pérdidas graves.