Durante décadas, los usuarios de Windows han estado familiarizados con una de las señales más temidas de error del sistema operativo: el famoso "pantallazo azul de la muerte" o Blue Screen of Death (BSOD). Esta pantalla aparece cuando el sistema operativo se encuentra con un error crítico del que no puede recuperarse, lo que obliga al equipo a reiniciarse.
Sin embargo, con la llegada de Windows 11, Microsoft ha decidido dar un cambio visual a esta clásica pantalla. Ahora, en lugar del tradicional azul, el error crítico del sistema se mostrará con un fondo negro. Aunque el contenido de la pantalla sigue siendo el mismo, el color ha cambiado, marcando el fin de una era en la historia de Windows.
Chao al pantallazo azul en Windows 11: Llega la nueva pantalla negra de error
Conocida como BSOD, esta es la famosa pantalla azul que aparece cuando algo sale muy mal dentro del sistema de Windows. En julio de 2024, el mundo vivió un auténtico caos digital a causa de esto. El culpable: una actualización fallida de CrowdStrike Falcon que provocó miles (sí, miles) de pantallazos azules de la muerte en todo el mundo.
Desde aeropuertos hasta bancos, pasando por hospitales y empresas, muchas computadoras con Windows quedaron fuera de servicio de un momento a otro. La escena fue tan impactante que el BSOD volvió a ser tendencia global.
Aunque al principio muchos señalaron a Windows como el responsable, la realidad es que el error fue causado por ese parche defectuoso de CrowdStrike. Aun así, el incidente dejó claro que Windows todavía tiene puntos débiles en cuanto a seguridad, especialmente en lo que respecta al manejo del núcleo (o kernel) del sistema.
A raíz de todo esto, Microsoft decidió ponerse manos a la obra para reforzar la estabilidad y seguridad de Windows. Además de mejoras internas en la plataforma, también aprovecharon para hacer algo que nadie esperaba: decirle adiós al clásico pantallazo azul.
Sí, ese fondo azul con la carita triste que todos hemos visto alguna vez ya no será parte de la experiencia. En su lugar, Microsoft ha optado por una versión más sobria: una pantalla completamente negra, con un texto más limpio y simplificado. Aunque la funcionalidad sigue siendo la misma (mostrar un error crítico del sistema), el cambio estético busca alinearse mejor con el nuevo diseño de Windows 11, más moderno y centrado en la coherencia visual.
Puede que algunos usuarios sientan nostalgia. Después de todo, el BSOD fue parte del "folclore" informático durante décadas. Pero lo cierto es que este cambio busca transmitir una imagen más limpia, profesional y menos alarmante cuando ocurre un fallo.
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Uno de los cambios más notables (además del color, claro) es que esta nueva pantalla negra de error seguirá mostrando el código del fallo y también el archivo o controlador que lo causó. Es decir, más allá del cambio visual, lo que realmente importa es que sigue siendo útil para saber qué salió mal. No es un cambio pensado solo para que se vea bonito, sino para que siga siendo funcional.
La información fue compartida por el equipo de Windows Central, quienes señalan que esta actualización, con la que se reemplazará oficialmente el clásico pantallazo azul de la muerte, llegará a finales de 2025.
Y aunque ya dijimos que probablemente nadie va a extrañar demasiado esa temida pantalla azul, lo cierto es que va a tomar un tiempo acostumbrarse a ver el nuevo fondo negro cuando algo falla. Claro, este no es el único cambio en el horizonte: Microsoft sigue afinando muchos aspectos clave de Windows, especialmente todo lo relacionado con la seguridad del sistema.