Las tarjetas contactless son un método de pago cada vez más popular, ya que permiten realizar compras de forma rápida y cómoda, sin necesidad de introducir el PIN o firmar el recibo. Sin embargo, esta ventaja también puede suponer un riesgo, ya que los delincuentes pueden aprovecharse de la tecnología sin contacto para robar datos o dinero de las tarjetas.
En este artículo, te explicamos cómo funcionan las estafas con las tarjetas contactless, cómo puedes protegerte de ellas y qué hacer si eres víctima de un fraude.
¿Qué son las tarjetas contactless y cómo funcionan?
Las tarjetas contactless son aquellas que incorporan un chip y una antena que les permiten comunicarse con el terminal de pago mediante ondas de radiofrecuencia (RFID o NFC). De esta forma, solo hay que acercar la tarjeta al lector para realizar el pago, sin necesidad de insertarla o pasarla por la ranura.
El proceso de pago con una tarjeta contactless es muy sencillo:
- El terminal de pago envía una señal de radio al chip de la tarjeta, solicitando la información necesaria para la transacción.
- El chip de la tarjeta responde con los datos requeridos, como el número de la tarjeta, la fecha de caducidad y el código de seguridad (CVV).
- El terminal de pago verifica la validez de la tarjeta y autoriza o deniega el pago.
- El terminal de pago emite un sonido o una luz para indicar que el pago se ha realizado correctamente.
El tiempo que tarda este proceso es de unos pocos segundos, lo que hace que el pago con tarjetas contactless sea muy rápido y cómodo. Además, las tarjetas contactless tienen un límite de importe por operación, que suele ser de 20 o 50 dólares, dependiendo del banco y del país. Esto significa que, para compras superiores a ese límite, se necesita introducir el PIN o firmar el recibo, lo que añade una capa de seguridad adicional.
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¿Qué riesgos tiene el pago con tarjetas contactless?
A pesar de las ventajas que ofrecen las tarjetas contactless, también tienen algunos inconvenientes, sobre todo relacionados con la seguridad. Algunos de los riesgos que pueden suponer son los siguientes:
- Robo o pérdida de la tarjeta: Si alguien se hace con nuestra tarjeta contactless, puede usarla para realizar compras sin nuestro consentimiento, hasta el límite establecido por el banco. Aunque la mayoría de los bancos tienen sistemas de detección de fraudes y reembolsan el dinero robado, es importante que denunciemos el robo o la pérdida de la tarjeta lo antes posible, para bloquearla y evitar más cargos.
- Clonación de la tarjeta: Los delincuentes pueden usar dispositivos especiales para leer los datos de nuestra tarjeta contactless a distancia, sin que nos demos cuenta. Estos dispositivos pueden ser lectores de tarjetas portátiles, aplicaciones de móvil o incluso terminales de pago modificados. Con los datos obtenidos, pueden crear una copia de nuestra tarjeta o usarlos para realizar compras online.
- Cobro doble o indebido: Al pagar con una tarjeta contactless, podemos ser víctimas de un cobro doble o indebido, si el terminal de pago registra dos veces la misma operación o si el comerciante introduce un importe superior al acordado. Esto puede ocurrir por error o por mala fe, por lo que es conveniente que revisemos el recibo y el extracto bancario para comprobar que los cargos son correctos.
- Interferencias o fallos técnicos: El pago con tarjetas contactless depende de la tecnología RFID o NFC, que puede sufrir interferencias o fallos técnicos que impidan que el pago se realice correctamente. Por ejemplo, si tenemos varias tarjetas contactless en la misma cartera o bolsillo, el terminal de pago puede no detectar cuál queremos usar o cobrarnos de la equivocada. También puede ocurrir que el terminal de pago no funcione correctamente o que la tarjeta se dañe o desactive.
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¿Cómo podemos protegernos de las estafas con las tarjetas contactless?
Para evitar ser víctimas de las estafas con las tarjetas contactless, podemos seguir una serie de consejos y medidas de precaución, como los que se indican a continuación:
- Guardar la tarjeta en un lugar seguro: Debemos guardar nuestra tarjeta contactless en un lugar seguro, donde no pueda ser robada, perdida o dañada. Lo ideal es llevarla en una cartera o bolsillo que podamos cerrar y que no sea fácil de abrir por terceros. También podemos usar fundas o carteras especiales que bloquean las señales de radio y evitan que la tarjeta pueda ser leída a distancia.
- No perder de vista la tarjeta: Al pagar con nuestra tarjeta contactless, debemos asegurarnos de que no la perdemos de vista y de que la acercamos al terminal de pago solo cuando nos lo indiquen. No debemos dejar que el comerciante o el camarero se lleven nuestra tarjeta o la pasen por otro dispositivo que no sea el terminal de pago. Tampoco debemos dejar la tarjeta sobre la mesa o el mostrador, donde pueda ser cogida por alguien.
- Revisar el importe y el recibo: Antes de acercar nuestra tarjeta contactless al terminal de pago, debemos revisar que el importe que se muestra en la pantalla es el correcto y que coincide con el precio acordado. Después de realizar el pago, debemos pedir y conservar el recibo, donde debe figurar el importe, la fecha, la hora y el número de operación. Si detectamos algún error o discrepancia, debemos reclamar al comerciante o al banco.
- Comprobar el extracto bancario: Es conveniente que revisemos periódicamente el extracto bancario de nuestra tarjeta contactless, para comprobar que todos los cargos que aparecen son correctos y que no hay ninguno que no reconozcamos. Si encontramos algún cargo fraudulento o indebido, debemos denunciarlo al banco lo antes posible, para que lo investigue y nos devuelva el dinero.
- Denunciar el robo o la pérdida de la tarjeta: Si perdemos o nos roban nuestra tarjeta contactless, debemos denunciarlo al banco inmediatamente, para que la bloquee y evite que pueda ser usada por terceros. También debemos denunciarlo a la policía, para que conste en un atestado y podamos reclamar al banco o al seguro en caso de que se produzca algún fraude.
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Conclusión
Las tarjetas contactless son un método de pago muy práctico y cómodo, pero también pueden suponer un riesgo para nuestra seguridad financiera. Por eso, debemos ser precavidos y seguir una serie de consejos para evitar ser víctimas de las estafas con las tarjetas contactless. Así, podremos disfrutar de las ventajas de esta tecnología sin contacto, sin tener que preocuparnos por los inconvenientes.