La cámara web de nuestro ordenador es una herramienta muy útil para comunicarnos con familiares, amigos o compañeros de trabajo, especialmente en estos tiempos de pandemia y teletrabajo. Sin embargo, también puede ser una puerta de entrada para los ciberdelincuentes que quieran espiarnos, chantajearnos o robar nuestra información personal. Por eso, es importante tapar siempre la cámara de nuestro ordenador cuando no la estemos usando, y así evitar posibles riesgos de seguridad. En este artículo te proporcionaráremos una visión completa sobre los riesgos asociados y las prácticas recomendadas para protegerte.
¿Por Qué Cubrir la Cámara de tu Ordenador?
1. Protección Contra el Acceso No Autorizado: La principal razón para cubrir la cámara de tu ordenador es prevenir el acceso no autorizado. Los hackers pueden infiltrarse en tu sistema y activar la cámara sin tu conocimiento. Esto no solo viola tu privacidad, sino que también puede resultar en chantaje o robo de identidad.
2. Prevenir el Espionaje Corporativo y Gubernamental: Aunque suene a trama de película, el espionaje corporativo y gubernamental es una realidad. Organizaciones y agencias pueden tener la capacidad de acceder a cámaras de ordenadores para recolectar información.
3. Evitar Grabaciones Comprometedoras: Una cámara desprotegida puede ser una fuente de grabaciones comprometedoras. Cualquier actividad frente a tu ordenador puede ser grabada y utilizada de manera inapropiada.
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¿Cómo pueden hackear nuestra cámara web?
Existen diferentes formas de que un hacker pueda acceder a nuestra cámara web sin nuestro consentimiento. Una de las más comunes es mediante el uso de un malware o software malicioso, que se instala en nuestro ordenador al descargar algún archivo adjunto, abrir algún enlace sospechoso o visitar alguna página web infectada. Este malware puede ser un troyano, que se oculta como un programa legítimo, o un gusano, que se propaga por la red infectando otros dispositivos.
Una vez instalado el malware, el hacker puede tomar el control de nuestra cámara web y activarla o desactivarla a su antojo, sin que nos demos cuenta. Además, puede grabar o capturar imágenes de lo que estamos haciendo frente al ordenador, y usarlas para extorsionarnos, amenazarnos o difamarlos. También puede acceder a otros datos de nuestro ordenador, como contraseñas, documentos o historial de navegación, y comprometer nuestra privacidad y seguridad.
Otra forma de hackear nuestra cámara web es mediante el uso de un sniffer o analizador de paquetes, que es un programa que intercepta y analiza el tráfico de datos que circula por una red. Así, el hacker puede capturar los paquetes de información que enviamos o recibimos a través de nuestra cámara web, y ver o modificar su contenido. Esto puede ocurrir cuando usamos aplicaciones o servicios de videollamadas que no tienen una buena encriptación o protección.
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¿Cómo podemos proteger nuestra cámara web?
Para evitar que nuestra cámara web sea hackeada, existen algunas medidas de prevención y protección que podemos adoptar. Algunas de ellas son las siguientes:
- Tapar la cámara web: Con algún objeto opaco, como una pegatina, un trozo de cinta adhesiva o un dispositivo específico que se coloca sobre la lente. De esta forma, impedimos que el hacker pueda ver lo que hacemos, aunque tenga acceso a nuestra cámara web. Es importante hacerlo siempre que no estemos usando la cámara, y comprobar que está bien tapada.
- Actualizar el sistema operativo y el antivirus: De nuestro ordenador, y asegurarnos de que tienen las últimas versiones y parches de seguridad. Así, podemos detectar y eliminar cualquier malware que pueda infectar nuestro ordenador y acceder a nuestra cámara web. También debemos evitar descargar o abrir archivos, enlaces o páginas web de origen desconocido o dudoso, y usar solo fuentes confiables.
- Desactivar o desinstalar la cámara web: De nuestro ordenador, si no la usamos con frecuencia o no la necesitamos. De esta forma, evitamos que el hacker pueda activarla o manipularla, aunque tenga acceso a nuestro ordenador. Podemos hacerlo desde la configuración del sistema operativo, o desde el administrador de dispositivos. También podemos desconectar la cámara web si es externa, y conectarla solo cuando la vayamos a usar.
- Usar aplicaciones o servicios de videollamadas seguros: Que tengan una buena encriptación y protección de los datos que enviamos o recibimos a través de nuestra cámara web. Así, evitamos que el hacker pueda interceptar o modificar los paquetes de información, y ver o alterar lo que decimos o hacemos. Algunas de las aplicaciones o servicios más seguros son Teams, WhatsApp, Skype o Zoom.
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La cámara web de nuestro ordenador es una herramienta muy útil, pero también puede ser un riesgo para nuestra seguridad y privacidad si no la protegemos adecuadamente. Por eso, debemos tapar siempre la cámara de nuestro ordenador cuando no la estemos usando, y seguir algunas medidas de prevención y protección para evitar que sea hackeada. De esta forma, podremos disfrutar de las ventajas de la comunicación online, sin exponernos a los peligros de la ciberdelincuencia.