El fraude se ha convertido en una amenaza omnipresente para individuos y organizaciones por igual. Con la evolución constante de las tácticas fraudulentas, resulta crucial adoptar estrategias proactivas y efectivas para prevenir estas actividades maliciosas.
Una de las aproximaciones más prometedoras en la lucha contra el fraude es la implementación de inteligencia de amenazas. Este enfoque no solo ofrece un camino innovador para detectar y prevenir el fraude, sino que también empodera a las entidades para anticipar y contrarrestar amenazas antes de que causen daño significativo.
Las organizaciones están migrando cada vez más partes críticas de sus operaciones al ámbito digital con el fin de mejorar la eficiencia en el servicio al cliente. En lugar de realizar transacciones físicas para pagar y recibir productos, estas actividades se han simplificado enormemente a través de plataformas en línea. Sin embargo, esta conveniencia conlleva un riesgo significativo de seguridad: el fraude, un problema que muchas organizaciones continúan subestimando.
Las pérdidas derivadas del fraude en los pagos en línea en el comercio electrónico alcanzaron los 41 mil millones de dólares en 2022, con estimaciones que proyectan que el costo total del fraude para los comerciantes de todo el mundo superará los 48 mil millones de dólares en 2023.
Al desglosar estas cifras por región, se observa que América del Norte representa el 42% del fraude, seguido de Europa con el 26%. De manera preocupante para los comerciantes, se prevé que las pérdidas acumuladas por el fraude en línea en todo el mundo hasta 2027 superen los 343 mil millones de dólares.
El fraude representa una seria preocupación tanto para las empresas como para los individuos. Dado que el panorama evoluciona constantemente, es esencial que las organizaciones estén al tanto de las últimas tendencias para protegerse a sí mismas y a sus clientes. Los actores de amenazas están lanzando nuevas campañas y sus tácticas se están volviendo más sofisticadas.
Solo mediante soluciones efectivas y proactivas de inteligencia de amenazas se puede contrarrestar y proteger contra estas amenazas en constante evolución. A medida que avanzamos en el año 2024, es crucial analizar las tendencias del fraude digital, sus impactos potenciales y explorar soluciones desde la perspectiva de la inteligencia de amenazas.
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¿Qué es el fraude?
Es un tipo de engaño que implica el uso de tácticas engañosas o la ocultación de información con el fin de obtener una ventaja injusta o ilegal, o causar daño a otra persona. El fraude digital, una forma de delito cibernético, se lleva a cabo a través de Internet y utiliza los activos en línea para cometer fraudes, generalmente con el objetivo de obtener beneficios financieros.
Los tipos comunes de fraude digital incluyen el phishing, el robo de identidad, el malware, el ransomware y las estafas relacionadas con criptomonedas. Este tipo de fraude puede tener repercusiones tanto económicas como sociales, como pérdidas financieras, daños a la reputación y violaciones de la seguridad.
El fraude puede tener consecuencias graves para la economía y la sociedad, ya que socava la confianza, daña la reputación, provoca pérdidas financieras y perjudica a las víctimas inocentes. Detectar y prevenir el fraude puede ser un desafío, dado que los estafadores suelen utilizar técnicas y tecnologías sofisticadas para ocultar sus acciones.
Por lo tanto, es fundamental reconocer los signos de fraude y utilizar tecnología avanzada para detectar y prevenir actividades sospechosas, informando a las autoridades u organizaciones pertinentes cuando sea necesario.
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¿Cuáles son los tipos comunes de fraudes en el entorno empresarial?
El fraude adopta múltiples formas y apunta a diversas víctimas de variadas maneras y por diferentes motivos. Aunque tanto las instituciones financieras como los proveedores de seguros abordan este problema, los tipos de fraudes que encuentran, sus impactos y la manera en que los equipos de seguridad los gestionan pueden diferir significativamente. En esta sección nos centraremos en los tipos de fraudes que afectan predominantemente a las empresas:
- Compromiso de correo electrónico empresarial (BEC): Un ataque sofisticado dirigido a empresas que realizan pagos por transferencia bancaria. El ataque BEC implica comprometer cuentas de correo electrónico legítimas mediante ingeniería social para iniciar pagos no autorizados.
- Credential Stuffing: Las credenciales obtenidas a partir de una filtración de datos en un servicio se utilizan para acceder a otro. Esto incluye datos robados de usuarios y organizaciones, así como datos revendidos en la web oscura o en foros de piratas informáticos.
- Fraude con tarjetas de crédito y débito: Los piratas informáticos adquieren de manera fraudulenta información de tarjetas de crédito o débito para robar dinero o realizar compras no autorizadas. Los ciberdelincuentes pueden utilizar skimmers en los cajeros automáticos para leer los códigos PIN y los números de tarjetas de las víctimas. La facilidad con la que los ciberdelincuentes pueden comprar información personal en la web oscura amplifica la amenaza del fraude con tarjetas.
- Fraude de criptomonedas: A medida que las plataformas de criptomonedas han ganado popularidad en los últimos años, enfrentan crecientes preocupaciones sobre el fraude. A pesar de la volatilidad del mercado, su capitalización de mercado global ha superado los 1,25 billones de dólares, atrayendo tanto a inversores como a actores de amenazas.
- Robo de identidad: Se roba información personal para realizar transacciones no autorizadas, que a menudo implican alterar la información de identificación personal (PII), agregar usuarios no autorizados o cambiar contraseñas. El robo de identidad sintético combina información real y falsa para crear una nueva identidad.
- Fraude interno: Cada vez más común, esta estafa es perpetrada por personas dentro de una organización, que utilizan su acceso a información confidencial para beneficio personal.
- Fraude de suplantación de identidad (phishing): Implica correo electrónico, mensajes en línea, sitios web falsos e ingeniería social para engañar a las víctimas para que compartan datos personales, credenciales de inicio de sesión y detalles financieros. Según una investigación, el phishing fue responsable de un coste medio de infracción de 4,91 millones de dólares en 2023.
- Malware: Programas destructivos diseñados para acceder a dispositivos infectados. Según Kaspersky, en 2023 se bloquearon 5.704.599 casos de malware y virus.
- Ransomware: Los atacantes de ransomware cifran los datos y luego exigen una cantidad de rescate a cambio de la liberación de archivos o una clave de seguridad. Innovaciones como las plataformas de inteligencia artificial y ransomware como servicio (RaaS) han facilitado estos ataques. En 2023, más del 72% de las empresas en todo el mundo se vieron afectadas por ataques de ransomware (Statista).
- Fraude de intercambio de SIM: El intercambio de SIM apunta a las debilidades de los sistemas de autenticación de dos factores que utilizan llamadas o mensajes de texto a dispositivos móviles. Esto permite comprometer contraseñas de un solo uso y apropiaciones de cuentas para obtener ganancias financieras.
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¿Cuáles son las acciones necesarias para detectar y prevenir el fraude?
Para detectar y prevenir el fraude, es esencial implementar un programa integral de prevención, considerando que los expertos estiman que las empresas pueden perder entre el cinco y seis por ciento de sus ingresos anuales debido a esta problemática. Este tipo de programas generalmente incluyen tres componentes principales:
- Educación: Es fundamental aumentar la conciencia sobre el fraude entre los empleados y las partes interesadas.
- Investigación: Se deben realizar exámenes exhaustivos cuando se sospeche de fraude.
- Prevención Proactiva: Se deben implementar estrategias y medidas para disuadir el fraude.
Un enfoque crucial en los esfuerzos de prevención del fraude es desarrollar y ejecutar técnicas proactivas y preventivas. Esto implica establecer controles internos, políticas y procedimientos específicamente diseñados para prevenirlo. Aunque existen varias soluciones para combatir el fraude, la mayoría están especializadas en tipos específicos de actividades fraudulentas.
Dada la escala sin precedentes del fraude en la actualidad, tanto las organizaciones como los individuos deben esforzarse por convertirse en objetivos más desafiantes para los estafadores. No hay una solución única para detectar el fraude, pero las siguientes capacidades clave pueden mejorar significativamente la capacidad de una organización para hacerlo:
- Mayor visibilidad: Mejorar la comprensión de los procesos de toma de decisiones, especialmente en la evaluación de riesgos, para que los equipos antifraude puedan responder de manera más efectiva.
- Prevención de intrusiones en la red: Implementar sistemas de alerta y monitoreo en tiempo real para evitar que los actores de amenazas comprometan la red.
- Utilización integral de la plataforma: Emplear una plataforma capaz de detectar, mitigar y prevenir de manera proactiva actividades fraudulentas.
- Inteligencia actualizada: Garantizar una cobertura de inteligencia completa y comprobada, incluida la web oscura, foros de piratas informáticos, redes sociales y sitios web de código abierto, para proteger la información personal identificable (PII) de la organización.
- Requisitos de arquitectura de aplicaciones más estrictos: Desarrollar una comprensión más profunda de las tácticas, técnicas y procedimientos (TTP) utilizados por los actores de amenazas para mejorar la arquitectura, los procesos y los controles de las aplicaciones.
- Aprovechamiento de la inteligencia sobre amenazas: Utilizar inteligencia sobre amenazas para monitorear la información personal, confidencial y comercial que se vende en foros de piratas informáticos, protegiendo así los intereses individuales y organizacionales.
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Implementación de Inteligencia de Amenazas para la Prevención del Fraude
La implementación efectiva de inteligencia de amenazas en la prevención del fraude involucra varios pasos críticos:
1. Recopilación de Datos: La base de cualquier estrategia de inteligencia de amenazas eficaz es la recopilación exhaustiva de datos. Esto incluye información de fuentes abiertas, foros de ciberdelincuencia, redes sociales, datos de incidentes anteriores y fuentes de inteligencia compartidas. La diversidad y calidad de los datos recopilados son fundamentales para el análisis posterior.
2. Análisis y Correlación: Una vez recopilados, los datos deben ser analizados y correlacionados para identificar patrones, tácticas, y señales de advertencia de actividades fraudulentas. Herramientas avanzadas de análisis y aprendizaje automático juegan un papel crucial en este paso, permitiendo la identificación rápida y precisa de amenazas potenciales.
3. Distribución de la Inteligencia: La inteligencia de amenazas relevante debe ser compartida de manera oportuna con los equipos de seguridad, operaciones y decisión. La distribución efectiva asegura que la información crítica llegue a las manos adecuadas, permitiendo una respuesta rápida y coordinada ante incidentes de fraude.
4. Acción y Prevención: Con la inteligencia de amenazas en mano, las organizaciones pueden tomar medidas proactivas para prevenir el fraude. Esto puede incluir la implementación de controles de seguridad más estrictos, la actualización de políticas y procedimientos, y la formación de empleados sobre las últimas tácticas de fraude y cómo evitarlas.
5. Retroalimentación y Ajuste Continuo: El panorama de amenazas está en constante evolución, lo que significa que las estrategias de prevención del fraude deben ser dinámicas. La retroalimentación continua y el ajuste de las tácticas de seguridad son esenciales para mantenerse un paso adelante de los actores maliciosos.
Beneficios de la Inteligencia de Amenazas en la Lucha contra el Fraude
La adopción de inteligencia de amenazas en la prevención del fraude ofrece múltiples beneficios:
- Detección Temprana: La capacidad de identificar amenazas emergentes permite a las organizaciones tomar medidas preventivas antes de que el fraude ocurra.
- Respuesta Rápida: La inteligencia en tiempo real facilita una respuesta rápida y eficaz, minimizando el impacto de los ataques de fraude.
- Conocimiento Profundo del Adversario: Entender las técnicas y motivaciones de los actores maliciosos ayuda a prevenir ataques futuros.
- Reducción de Costos: La prevención proactiva del fraude puede resultar en ahorros significativos al evitar pérdidas financieras y daños a la reputación.
- Cumplimiento Regulatorio: Mantenerse al día con las últimas amenazas de fraude ayuda a cumplir con las regulaciones de seguridad y privacidad.
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Conclusión
En un mundo donde el fraude en línea evoluciona rápidamente, la inteligencia de amenazas ofrece una vía efectiva para su prevención. Al adoptar un enfoque proactivo y basado en el conocimiento, las organizaciones pueden protegerse no solo contra el fraude actual, sino también anticiparse a las amenazas futuras. La implementación de inteligencia de amenazas en la estrategia de seguridad de una empresa es más que una medida de protección; es una inversión en su futuro digital seguro.
La lucha contra el fraude requiere vigilancia, adaptabilidad y una comprensión profunda del entorno de amenazas. Al seguir los pasos para implementar inteligencia de amenazas y aprovechar sus beneficios, las organizaciones pueden fortalecer sus defensas y asegurar un entorno digital más seguro para todos.