Este lunes, España ha vivido uno de los peores apagones eléctricos que se recuerdan en años, y el caos no tardó en adueñarse de todo. Desde el mediodía, millones de personas en la península (excepto en las islas), así como en Portugal, se quedaron sin luz, y por ahora nadie sabe exactamente qué ha pasado.
La situación, sin embargo, no se limitó a España y Portugal. Francia, Italia y Alemania también reportaron cortes masivos de energía. Una supuesta falla eléctrica habría dejado a millones de ciudadanos sin suministro, afectando hospitales, medios de transporte, supermercados, bancos y más sectores críticos.
Aunque en algunas zonas del norte y sur de España el servicio empezó a recuperarse conforme pasaban las horas, los cortes paralizaron casi todo: comercios, fábricas, trenes, aeropuertos, carreteras, colegios, hospitales... incluso las redes móviles colapsaron en varios lugares.
Mientras crece la confusión, también se fortalece la sospecha de que todo esto no fue un simple fallo técnico, sino que podría tratarse de un ciberataque a gran escala. No hay confirmaciones oficiales todavía, pero el ambiente es de alerta máxima.
Tanto el Gobierno español como el portugués (y ahora también el de Francia, Italia y Alemania) han movilizado a sus equipos técnicos para investigar a fondo lo que está pasando. En medio de esta crisis, una declaración en particular encendió todas las alarmas: el presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno, advirtió que el apagón podría prolongarse y pidió extremar las precauciones. Una advertencia que ha generado aún más incertidumbre entre la población.
Mientras tanto, las autoridades han recomendado a la ciudadanía que reduzca al máximo sus desplazamientos, consuma la menor cantidad de energía posible y limite el uso del móvil a casos estrictamente necesarios, ante la posibilidad de que la emergencia se extienda.
Desde Red Eléctrica, la empresa pública que gestiona las conexiones en España, fueron claros: nunca habían visto algo así. "Es un incidente absolutamente excepcional", aseguraron en un comunicado.
Ahora, todo Europa mira con preocupación no solo la recuperación de la red eléctrica, sino también la posible evidencia de un ciberataque que podría marcar un antes y un después en la protección de infraestructuras críticas en el continente.
¿Ciberataque en Europa? El apagón masivo en Europa desata sospechas
La pregunta está en el aire: ¿un ciberataque dejó a media Europa sin luz? Aunque todavía no hay confirmación oficial, muchos expertos no tienen dudas. “Todo apunta a que un apagón de este tamaño solo puede ser causado por un ciberataque”, aseguraron fuentes del centro autonómico de ciberseguridad. Aun así, el Gobierno central mantiene la cautela y no ha querido confirmar nada... todavía.
El corte de electricidad empezó alrededor de las 12:30 p.m. (hora local en España), y fue como ver cómo se apaga un país en cuestión de minutos: la demanda eléctrica cayó de 25,184 megavatios a 12,425 megavatios, según datos de Red Eléctrica Española (REE). Un desplome masivo.
¿Qué pasó tras el apagón? Caos inmediato en toda Europa
Desde el primer momento, el apagón sembró el caos en todos los rincones. Hogares, hospitales, oficinas, trenes, supermercados, aeropuertos… nada ni nadie se salvó. Hasta eventos deportivos, como el Madrid Open de Tenis, tuvieron que suspender sus partidos por la falta de energía. Estos fueron algunos de los efectos más visibles:
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Aeropuertos como Madrid-Barajas y Barcelona-El Prat sufrieron cortes y ahora funcionan con planes de emergencia.
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Trenes de toda España se pararon en seco, dejando varados a miles de pasajeros.
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Supermercados se vieron obligados a cerrar sucursales ante la imposibilidad de mantener operaciones normales.
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Internet desapareció en muchas zonas, lo que solo aumentó la confusión y la sensación de incertidumbre.
Además, la bolsa no tardó en reaccionar: las acciones de gigantes eléctricos como Redeia e Iberdrola se desplomaron, reflejando el nerviosismo generalizado.
¿Qué se sabe hasta ahora sobre el posible ciberataque en Europa?
Tras el estallido del apagón, España actuó de inmediato: el presidente Pedro Sánchez convocó de urgencia al Consejo de Seguridad Nacional para evaluar la situación. De forma paralela, la Comisión Europea activó sus protocolos de emergencia y comenzó a colaborar estrechamente con las autoridades de España y Portugal para investigar el origen del incidente.
Desde Francia también llegó ayuda rápida: enviaron 950 megavatios de electricidad a la red ibérica para intentar estabilizar un poco las cosas. Aun así, Red Eléctrica advirtió que la recuperación completa del servicio podría tardar entre seis y diez horas, así que tocaba armarse de paciencia.
Aunque poco a poco la luz empezó a volver en varias zonas del norte y sur de España, la incertidumbre sobre el origen del apagón sigue alimentando la tensión. Nadie sabe todavía qué lo provocó realmente.
Lo que sí está claro es que la teoría del ciberataque gana fuerza. Expertos en energía notaron que antes del colapso hubo oscilaciones raras en los flujos de potencia, algo que no es normal y podría ser señal de una manipulación externa. Mientras tanto, en Portugal (que también sufrió apagones) se baraja la posibilidad de que todo comenzara en territorio español, pero todavía no hay conclusiones firmes.
Más allá de las especulaciones, una cosa queda clara: el apagón masivo ha puesto en evidencia lo frágiles que son las infraestructuras críticas frente a posibles ciberataques. Aunque la investigación apenas empieza, el simple hecho de que las autoridades hablen abiertamente de un ataque digital ya marca un antes y un después para Europa en temas de seguridad.