En un mundo donde la tecnología avanza a pasos agigantados, la seguridad informática es una prioridad para empresas y desarrolladores. La implementación de políticas de seguridad en desarrollo no es solo una medida preventiva, sino una estrategia esencial para garantizar la integridad, disponibilidad y confidencialidad de la información.
En este artículo profundizaremos en la importancia de adoptar una política de desarrollo seguro, abordando desde los principios de seguridad en el desarrollo de software hasta las prácticas recomendadas por organismos internacionales como OWASP y la norma ISO 27001.
Tabla de Contenido
Política de desarrollo seguro: ¿Qué es y por qué es importante?
El desarrollo de software es una actividad que implica muchos riesgos, tanto para los desarrolladores como para los usuarios finales. Los ciberataques, las vulnerabilidades, los errores, los fallos de funcionamiento, los incumplimientos normativos y las pérdidas de datos son algunos de los problemas que pueden afectar a la seguridad, la calidad y la reputación de las aplicaciones y los sistemas informáticos.
Para prevenir y mitigar estos riesgos, es necesario adoptar una política de desarrollo seguro, que es un conjunto de lineamientos, normas, procedimientos y buenas prácticas que se aplican a lo largo de todo el ciclo de vida del software, desde la definición de los requisitos hasta el mantenimiento y la actualización.
Una política de desarrollo seguro tiene como objetivo garantizar que el software cumpla con los principios de seguridad en desarrollo de software, que son:
- Confidencialidad: Proteger la información sensible de accesos no autorizados o divulgaciones indebidas.
- Integridad: Preservar la exactitud y la consistencia de la información y evitar su alteración o destrucción maliciosa.
- Disponibilidad: Asegurar el acceso y el uso de la información y los servicios cuando se necesiten, sin interrupciones o demoras.
- Autenticación: Verificar la identidad de los usuarios y los sistemas que acceden o proveen información o servicios.
- Autorización: Controlar los permisos y las restricciones de los usuarios y los sistemas para acceder o proveer información o servicios, según sus roles y responsabilidades.
- Auditoría: Registrar y monitorear las actividades y los eventos relacionados con la información y los servicios, para detectar y responder a posibles incidentes de seguridad.
- No repudio: Garantizar la trazabilidad y la evidencia de las acciones realizadas por los usuarios y los sistemas, para evitar la negación o la impugnación de las mismas.
Estos principios se deben aplicar desde el diseño de software, es decir, desde la fase inicial en la que se plantean las características, las funcionalidades, las arquitecturas y las tecnologías que se van a utilizar para desarrollar el software.
El diseño de software debe tener en cuenta los posibles escenarios de amenaza, vulnerabilidad e impacto que pueden afectar a la seguridad del software, y definir las medidas de seguridad adecuadas para prevenirlos o mitigarlos.
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Principios de seguridad en desarrollo de software
Para implementar efectivamente una política de desarrollo seguro, es fundamental adherirse a ciertos principios. Estos principios guían el desarrollo de software para asegurar que las aplicaciones sean robustas frente a amenazas:
- Minimización de superficie de ataque: Reducir las partes del sistema accesibles por los usuarios no autorizados.
- Segregación de deberes: Separar funciones entre diferentes sistemas o componentes para limitar el acceso indebido.
- Principio de menor privilegio: Otorgar a los usuarios solo los permisos necesarios para realizar sus tareas.
- Cifrado de datos sensibles: Proteger la información sensible tanto en tránsito como en reposo.
- Control de acceso riguroso: Implementar mecanismos eficaces de autenticación y autorización.
Guía de desarrollo seguro y estándares
Además, el desarrollo de software debe seguir una guía de desarrollo seguro, que es un documento que establece las reglas, los estándares, las metodologías y las herramientas que se deben utilizar para codificar, probar, implementar y mantener el software de forma segura. La guía de desarrollo seguro debe incluir aspectos como:
- La validación de las entradas y las salidas de datos, para evitar inyecciones, manipulaciones o exposiciones de información.
- La codificación de las salidas de datos, para evitar ataques de cross-site scripting (XSS) o de falsificación de peticiones entre sitios (CSRF).
- El uso de controles criptográficos, para cifrar, firmar o sellar la información sensible o crítica, y para generar y almacenar las claves de forma segura.
- El manejo de archivos, para controlar el acceso, la lectura, la escritura, la modificación y la eliminación de los mismos, y para evitar la ejecución de código malicioso.
- El manejo de memoria, para evitar desbordamientos de búfer, fugas de memoria o corrupción de datos.
- El manejo de errores y logs, para evitar la divulgación de información sensible o técnica, y para facilitar el análisis y la solución de problemas.
- El uso de funciones de seguridad estandarizadas y reutilizables, para evitar la duplicación o la inconsistencia de código.
Además, una política de desarrollo seguro también debe estar alineada con los estándares internacionales de seguridad de la información, como la norma ISO 27001, que es el referente mundial para la implementación de un sistema de gestión de la seguridad de la información (SGSI).
Un SGSI es un marco que permite a las organizaciones gestionar de forma sistemática y continua los riesgos relacionados con la seguridad de la información, y demostrar su cumplimiento con las normativas y los requisitos aplicables.
La implementación de una política de desarrollo seguro conforme a la norma ISO 27001 es un aspecto crítico para asegurar que los procesos de desarrollo de software de una organización estén alineados con las mejores prácticas internacionales en seguridad de la información.
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La ISO 27001 no prescribe métodos específicos para el desarrollo de software, pero su marco para la gestión de seguridad de la información proporciona principios que pueden aplicarse al desarrollo seguro de software. A continuación, se detallan los elementos clave para integrar una política de desarrollo seguro dentro del contexto de la ISO 27001.
1. Contexto de la Organización y Liderazgo
El primer paso para implementar una política de desarrollo seguro según la ISO 27001 es entender el contexto de la organización y asegurar el compromiso del liderazgo. Esto incluye identificar las expectativas de las partes interesadas y establecer objetivos de seguridad de la información que estén alineados con los objetivos del negocio. El liderazgo debe estar comprometido con la seguridad de la información, proporcionando los recursos necesarios y estableciendo roles y responsabilidades claras.
2. Evaluación de Riesgos
La ISO 27001 pone un fuerte énfasis en la evaluación de riesgos. Las organizaciones deben identificar los riesgos asociados con el desarrollo de software, incluidos los riesgos específicos para la seguridad de la información, y determinar cómo mitigarlos. Esto puede implicar la identificación de vulnerabilidades en el software que podrían ser explotadas y la implementación de controles para prevenir, detectar y corregir problemas de seguridad.
3. Controles de Seguridad de la Información
La norma especifica un conjunto de controles de seguridad de la información en su Anexo A que las organizaciones pueden aplicar de acuerdo a los resultados de su evaluación de riesgos. Dentro del contexto del desarrollo de software, algunos de estos controles son particularmente relevantes, incluyendo:
- A.14 Seguridad en los procesos de adquisición, desarrollo y mantenimiento: Este control aborda la necesidad de aplicar medidas de seguridad en todas las etapas del desarrollo de software, desde la adquisición y desarrollo hasta el mantenimiento. Esto incluye requisitos para el diseño y desarrollo seguros, pruebas de seguridad y tratamiento de la seguridad en entornos de desarrollo.
- Gestión de cambios: La norma requiere que las organizaciones controlen los cambios en los sistemas y aplicaciones de software, asegurando que los cambios no comprometan la seguridad de la información.
- Desarrollo seguro: Los principios de desarrollo seguro y la programación defensiva deben ser incorporados para minimizar las vulnerabilidades de seguridad desde la fase de diseño.
4. Formación y Concienciación
La formación en seguridad de la información y la concienciación entre los desarrolladores y el personal involucrado en el proceso de desarrollo de software son fundamentales. La ISO 27001 subraya la importancia de asegurar que todos los trabajadores comprendan sus responsabilidades en cuanto a la seguridad de la información, incluyendo las mejores prácticas en el desarrollo seguro de software.
5. Evaluación y Tratamiento de Riesgos
La implementación de una política de desarrollo seguro debe incluir procesos para la evaluación continua de riesgos y la eficacia de los controles implementados. Esto podría incluir auditorías regulares, revisiones de código y pruebas de penetración para identificar y tratar nuevas vulnerabilidades a medida que surgen.
Por otro lado, la Open Web Application Security Project (OWASP) es una fundación sin fines de lucro que trabaja para mejorar la seguridad del software. Proporciona recursos valiosos, como el OWASP Top Ten, una lista de las diez principales vulnerabilidades de seguridad que afectan a las aplicaciones web. Seguir las recomendaciones de OWASP es fundamental para cualquier política de desarrollo seguro, ya que estas prácticas están diseñadas para prevenir las amenazas más comunes y críticas.
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¿Cómo implementar una política de desarrollo seguro?
Para implementar una política de desarrollo seguro, se deben seguir una serie de pasos, que son:
- Definir el alcance, los objetivos, las responsabilidades y los recursos de la política de desarrollo seguro, y obtener el apoyo y el compromiso de la dirección y de las partes interesadas.
- Realizar un análisis de riesgos de seguridad del software, identificando las amenazas, las vulnerabilidades y los impactos potenciales, y evaluando la probabilidad y la severidad de los mismos.
- Establecer los requisitos y los criterios de seguridad del software, basados en los principios de seguridad en desarrollo de software, los estándares internacionales de seguridad de la información, y las normativas y los requisitos aplicables.
- Elaborar una guía de desarrollo seguro, que defina las reglas, los estándares, las metodologías y las herramientas que se deben utilizar para desarrollar el software de forma segura, y que incluya ejemplos, buenas prácticas y recomendaciones.
- Capacitar y concienciar al personal de desarrollo, y a las demás personas involucradas en el ciclo de vida del software, sobre la importancia y los beneficios de la seguridad del software, y sobre la forma de aplicar la política y la guía de desarrollo seguro.
- Implementar y verificar los controles de seguridad del software, en cada una de las fases del ciclo de vida del software, mediante el uso de técnicas y herramientas de análisis estático, dinámico, manual y automatizado, y mediante la realización de pruebas de seguridad, revisiones de código, auditorías y evaluaciones.
- Monitorizar y mejorar la política y la guía de desarrollo seguro, mediante la recolección y el análisis de datos, indicadores y métricas de seguridad del software, y mediante la identificación e implementación de acciones correctivas y preventivas, y de oportunidades de mejora.
Conclusión
La adopción de una política de desarrollo seguro es indispensable en el contexto actual de amenazas digitales en constante evolución. Integrar medidas de seguridad desde el diseño de software, seguir las guías de desarrollo seguro ofrecidas por OWASP, y cumplir con estándares como la ISO 27001, son pasos críticos para proteger las aplicaciones y la información.
Además, la implementación de controles de seguridad, la realización de pruebas de seguridad y la gestión eficaz de incidentes de seguridad son prácticas esenciales para mantener la resiliencia frente a ataques. Al comprometerse con estos principios y prácticas, las organizaciones pueden asegurar no solo la seguridad de sus aplicaciones sino también la confianza de sus usuarios.