El boom del comercio digital ha cambiado por completo la forma en que compramos durante el Black Friday y otros días de descuentos globales. Las ofertas vuelan, los carritos se llenan en segundos y, para muchas marcas, es uno de los momentos más fuertes del año.
Pero mientras millones de personas buscan aprovechar promociones, los ciberdelincuentes también están atentos. Y sí: el Black Friday se ha convertido en el escenario perfecto para lanzar campañas masivas de phishing, especialmente en América Latina.
Desde TecnetOne lo vemos cada año: a mayor cantidad de compras online, mayor es el número de estafas digitales que circulan. Y no es casualidad. La mezcla de urgencia, emoción por los descuentos y poca verificación hace que los usuarios sean más vulnerables a caer en trampas bien diseñadas.
Para que te des una idea del tamaño del problema: en el último año, América Latina registró más de 1.200 millones de intentos de phishing. Sí, leíste bien. Eso significa que, en promedio, se producen 3,5 millones de ataques por día.
El phishing se ha convertido en una de las tácticas favoritas (y más rentables) del cibercrimen, y su actividad se dispara justo en los momentos de mayor consumo online: Black Friday, Hot Sale, Navidad… básicamente cuando todos estamos buscando ofertas y comprando más de lo habitual. En otras palabras: mientras los usuarios cazan descuentos, los atacantes cazan usuarios.
El Black Friday es una fiesta para los compradores… y también para los estafadores. Entre la emoción por encontrar descuentos irresistibles y el aumento de transacciones online, el escenario queda servido para que el phishing haga de las suyas. Los delincuentes aprovechan ese caos digital y despliegan una cadena de tácticas pensadas para robar información personal y financiera sin que te des cuenta.
Todo suele arrancar con mensajes, correos o anuncios que parecen totalmente legítimos. Pueden hacerse pasar por grandes tiendas, marcas populares o incluso pequeñas boutiques que “solo hoy” ofrecen un descuento increíble.
El objetivo siempre es el mismo: generar urgencia. Frases como “últimas unidades”, “solo por hoy” o “últimas horas de la promo” buscan que compres sin detenerte a verificar nada.
Si el usuario hace clic, el siguiente paso es redirigirlo a un sitio web falso, pero tan bien hecho que cuesta distinguirlo del real. Los ciberdelincuentes copian logos, colores, textos y hasta la estructura completa de tiendas oficiales. Este tipo de engaños se apoya mucho en técnicas de ingeniería social y experiencia de usuario, así que te podrá interesar leer este artículo donde hablamos más a fondo sobre ese tema.
A veces cambian apenas una letra en la URL, pero suficiente para engañar. No es raro: estudios estiman que 6 de cada 10 latinoamericanos han caído alguna vez en portales de venta fraudulentos.
Y aquí viene la parte más peligrosa. Cuando llegas al checkout y llenas tus datos, todo va directamente a manos de los estafadores. Esa información se usa para clonar tarjetas, cometer fraudes bancarios o vender bases de datos completas en mercados ilegales. De hecho, 1 de cada 3 usuarios de la región ya ha sido víctima de algún tipo de fraude financiero. ¿Por qué tanto interés? Porque el phishing es masivo, barato de ejecutar y altamente rentable.
Los ciberdelincuentes aprovechan el Black Friday para aumentar sus ataques en línea.
Descuentos demasiado altos que parecen irreales.
Urgencia exagerada: “solo por hoy”, “últimas unidades”.
Errores de ortografía o redacción en los mensajes.
Ausencia del candado de seguridad o falta de HTTPS en la URL.
Dominios con variaciones mínimas (por ejemplo, cambiando letras o agregando números).
Solicitud de datos sensibles antes de iniciar la compra.
Solicitudes para “verificar tu identidad” pidiendo claves o códigos privados.
Ofertas que llegan por mensajes inesperados o de contactos desconocidos.
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Bloquea inmediatamente tu tarjeta y solicita una nueva.
Cambia tus contraseñas en correos, bancos y tiendas online.
Revisa tus movimientos y reporta cargos desconocidos.
Advierte al marketplace o tienda involucrada si la estafa usó su nombre.
Guarda evidencia (capturas, correos, mensajes) para reportarlo.
Notifica a las autoridades de ciberseguridad o de protección al consumidor.
Aprende de la experiencia para evitar caer en ataques similares en el futuro.
En América Latina, el comercio digital está creciendo a toda velocidad. Cada vez más personas compran online, especialmente en fechas como el Black Friday. Pero ese crecimiento no siempre viene acompañado de una buena concientización en ciberseguridad, y ahí es donde se abre la puerta al problema.
El resultado es claro: el phishing se vuelve un negocio altamente rentable para los ciberdelincuentes. En días de alto consumo, muchos usuarios compran por impulso, clickean sin verificar o incluso hacen su primera compra online sin saber qué señales revisar. Ese mix de emoción, urgencia y falta de información los vuelve un blanco fácil para los fraudes digitales.
El Black Friday es una gran oportunidad para conseguir buenos precios, pero también es uno de los momentos favoritos de los ciberdelincuentes. Por eso, entender cómo funciona el phishing y saber qué señales revisar te da una ventaja enorme a la hora de comprar online.
La regla de oro es simple: verifica todo antes de hacer clic, duda de lo que suena demasiado perfecto, usa métodos de pago seguros y mantén tus dispositivos protegidos. Con esos hábitos, puedes disfrutar de las ofertas sin exponer tus datos ni tu dinero.
En resumen: aprovecha las promociones… pero sin bajar la guardia. En TecnetOne creemos que comprar con inteligencia es la mejor forma de disfrutar el Black Friday sin sorpresas desagradables.