Una nueva filtración masiva de datos ha encendido las alertas de seguridad en México: más de 49 mil credenciales de acceso a portales oficiales con dominio .gob.mx (incluyendo plataformas como el SAT, ISSSTE, empleo.gob.mx y sistemas del gobierno de la Ciudad de México) fueron publicadas en canales de Telegram por un grupo autodenominado “SATANIC CLOUD”.
El archivo, que circula libremente, contiene combinaciones completas de sitios web, correos electrónicos y contraseñas en texto plano. Lo más alarmante es que muchas de estas claves aún funcionan, lo que permite acceder a cuentas reales de ciudadanos mexicanos sin ninguna barrera.
¿Qué trae exactamente la filtración?
El archivo filtrado tiene un nombre que ya da escalofríos: 22M URL-LOGIN-PASS 22.05.2024 SATANIC CLOUD.txt
. Pesa 1.5 GB y viene en texto plano, con más de 22 millones de líneas. Sí, leíste bien. De todo ese mar de datos, se detectaron:
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49,340 registros relacionados con sitios del gobierno mexicano (.gob.mx)
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53,600 registros vinculados a páginas .com.mx
El formato del archivo es tan simple como peligroso: URL: correo electrónico: contraseña
Ejemplo real: https://sinat.semarnat.gob.mx/:usuario@dominio.com:contraseña123
¿Lo peor? Muchas de estas contraseñas siguen funcionando. Al analizar el archivo, se encontró que el más afectado es el SAT, con 23,712 accesos comprometidos. Pero no es el único:
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Gobierno de la CDMX: 961 cuentas
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ISSSTE: 533 claves filtradas
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Empleo.gob.mx: 649 combinaciones activas
Estos no son sitios cualquiera. Todos manejan información sensible: datos personales, ingresos, historial laboral, servicios médicos y sociales. Si alguien accede a esa cuenta, no solo puede ver tu información, sino también usarla. El daño potencial es enorme.
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¿Las contraseñas funcionan? Sí… y ese es el gran problema
Aunque suene increíble, algunas de las contraseñas filtradas siguen funcionando. Se confirmó que al menos parte de las credenciales son válidas y se usaron para entrar a cuentas reales en portales del gobierno, como el del ISSSTE, donde incluso se descargaron Expedientes Electrónicos Únicos con fecha del 22 de mayo de 2025. Estos expedientes no son cualquier cosa: contienen información súper sensible como:
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CURP, RFC, NSS, dirección, sexo y estado civil
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Sueldos, cargos laborales, historial de cotizaciones y tipo de contrato
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Datos de familiares (nombres, parentescos, CURP, derechos)
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Unidad médica asignada y delegación del ISSSTE
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Información sobre pensiones y afiliaciones al FOVISSSTE
Es decir, si alguien con malas intenciones accede, tiene todo lo necesario para suplantarte o hacerte pasar un muy mal rato.
¿De dónde salieron todas estas contraseñas?
Aunque no hay una fuente oficial confirmada, todo indica que las credenciales fueron robadas usando malware tipo infostealer. Este tipo de programa malicioso se mete en tu computadora o celular sin que te des cuenta, y lo hace generalmente a través de:
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Archivos descargados (como cracks, PDFs falsos o formularios infectados)
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Sitios web clonados que imitan páginas oficiales del gobierno
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Campañas de phishing en redes sociales
Una vez que el infostealer se instala, hace su trabajo en silencio:
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Extrae todas las contraseñas guardadas en tu navegador
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Roba cookies de sesión (esas que te mantienen logueado)
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Revisa y copia documentos descargados o guardados
Luego, los atacantes juntan todo eso en archivos gigantes como el que se filtró, conocidos como combolists. Los comparten gratis para ganar notoriedad o atraer compradores, y después venden accesos activos más “valiosos” o lanzan ataques más dirigidos. Sí, como si fuera un negocio. Porque lo es.
¿Y qué pasa con el SAT? ¿También está en riesgo?
La cifra asusta: más de 23 mil accesos vinculados al portal del SAT. Pero antes de entrar en pánico, hay que poner las cosas en contexto. El SAT ha estado actualizando su sistema y fortaleciendo su seguridad en los últimos meses. Muchas de las direcciones web que aparecen en la filtración ya no están activas o fueron redirigidas a nuevas rutas internas.
Eso significa que, en muchos casos, esas contraseñas probablemente ya no funcionen directamente para entrar al portal actual del SAT. Pero ojo: eso no las vuelve inofensivas. ¿Por qué? Porque esos datos pueden seguir siendo muy útiles para los atacantes. Por ejemplo:
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Pueden usarlos para intentar recuperar contraseñas por correo electrónico
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Podrían suplantar tu identidad en otros sitios
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O lanzar ataques más personalizados usando lo que saben de ti (lo que se llama “ingeniería social”)
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¿Entonces por qué esto es tan grave?
Porque no estamos hablando de una filtración vieja, ni de un archivo “por molestar”. Es una base de datos con accesos reales, que funcionan en varios casos, y que permiten entrar a plataformas oficiales donde hay información vigente y documentos con validez legal. En resumen: no importa si una URL específica ya no sirve. Si tus datos están ahí, sigues en riesgo.
¿Y si crees que tu cuenta fue hackeada? Esto es lo que puedes hacer
Si te entró la duda (o el susto) de que tu cuenta pudo estar en esa filtración, lo mejor es actuar rápido. Aquí van algunos pasos que puedes seguir:
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Cambia tus contraseñas ya. Sobre todo si usas la misma clave para otros sitios (sí, sabemos que muchos lo hacen). No esperes a que alguien más lo haga por ti.
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Activa el doble factor de autenticación (2FA). Es esa opción que te pide un código extra por mensaje o app, y créenos, puede salvarte la cuenta.
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Revisa los accesos recientes en tus portales del gobierno. Si ves algo raro o un inicio de sesión que no fuiste tú, repórtalo.
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¿Tienes dudas sobre algún documento oficial? Mejor no te quedes con la duda: acércate a tu delegación del ISSSTE o a la institución que corresponda.
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Consulta si tu correo fue filtrado usando herramientas como HaveIBeenPwned.com. Solo pones tu correo y te dice si apareció en alguna base de datos hackeada.
Lo importante aquí es no esperar. Una cuenta comprometida hoy, puede convertirse en un dolor de cabeza mañana.