Tu privacidad en línea ya no es tan intocable como creías, especialmente si eres usuario de Telegram. La popular plataforma de mensajería, que alguna vez se posicionó como un bastión de la seguridad y el anonimato, ha comenzado a compartir información sensible de sus usuarios, como direcciones IP y números de teléfono, en respuesta a solicitudes legales. Este cambio ha generado preocupación entre quienes valoran su privacidad digital, y plantea una pregunta clave: ¿qué tan seguro es realmente tu uso de Telegram? Veamos que esta sucediendo y como puede impactarte.
Telegram ha actualizado su política de privacidad, permitiendo ahora compartir los números de teléfono y las direcciones IP de los usuarios con las autoridades, pero solo cuando se trate de una solicitud legal válida y se confirme que el usuario ha violado las reglas de la plataforma.
En un anuncio reciente, el CEO de Telegram, Pavel Durov, explicó que esta medida solo se aplicará tras recibir una orden judicial que demuestre que el usuario está involucrado en un caso penal que infringe los Términos de Servicio de la plataforma. Anteriormente, Telegram solo compartía datos de usuarios en casos relacionados con sospechas de terrorismo.
Durov comentó: "Si recibimos una orden judicial válida que confirme que un usuario es sospechoso en un caso criminal que viola nuestros Términos de Servicio, realizaremos un análisis legal y, de ser necesario, compartiremos su dirección IP y número de teléfono con las autoridades competentes".
Además, Durov destacó que cualquier intercambio de datos será reportado en un informe de transparencia trimestral, disponible en el canal: https://t.me/transparency. Sin embargo, el bot de transparencia aún no está operativo y al momento, muestra un mensaje indicando que están actualizando la información y que estará disponible en los próximos días.
Por otro lado, Telegram también ha mejorado su función de búsqueda, que había sido mal utilizada para la promoción de productos ilegales. Según Durov, un equipo especializado ha estado trabajando intensamente para eliminar este tipo de contenido de los resultados de búsqueda de la plataforma en las últimas semanas.
Telegram invita a los usuarios a reportar cualquier contenido ilegal o inseguro usando el bot @SearchReport. Según la plataforma, un equipo de moderadores se encargará de revisar todos los reportes sobre términos de búsqueda que podrían estar vinculados con contenido prohibido.
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"Estas medidas deberían desalentar a los delincuentes. Telegram Search está diseñado para encontrar amigos y noticias, no para promover productos ilegales", dijo Durov. “No vamos a permitir que actores malintencionados comprometan la integridad de nuestra plataforma, que ya cuenta con casi mil millones de usuarios”.
Este anuncio llega poco después de que Pavel Durov, fundador y CEO de Telegram, fuera arrestado en Francia en relación con una investigación sobre el uso de la plataforma para fraudes, tráfico de drogas y distribución de contenido ilegal. Aunque fue liberado bajo fianza días después, tiene prohibido salir del país mientras las autoridades francesas continúan con la investigación.
Pavel Durov, el multimillonario fundador de Telegram, fue arrestado a finales de agosto en París, acusado de no tomar las medidas necesarias para frenar el uso delictivo de su plataforma, según reporta la BBC. Aunque fue liberado días después tras pagar una fianza de 5.56 millones de dólares, su situación está lejos de resolverse. Actualmente, tiene prohibido salir de Francia y debe presentarse ante la policía dos veces por semana.
Pero esto es solo el comienzo. Durov sigue bajo investigación por varios cargos serios, entre ellos:
Aunque estos cargos no lo han llevado a juicio aún, la justicia francesa cree que hay pruebas suficientes para seguir investigándolo, un proceso que podría prolongarse durante años, según la BBC.
Tras este incidente, Durov emitió un comunicado defendiendo su postura: “Es absurdo afirmar que una plataforma o su propietario son responsables de los abusos que se cometen en ella”. Este argumento es común entre las grandes empresas tecnológicas, que tienden a desentenderse de las acciones de sus usuarios. Sin embargo, el debate sobre hasta qué punto las plataformas deben ser responsables por el contenido que facilitan sigue siendo un tema legal y social en constante evolución. ¿Hasta dónde debería llegar su responsabilidad en la moderación de contenidos que puedan derivar en delitos o poner en riesgo la seguridad de los usuarios?