¿Alguna vez has sentido la tentación de compartir una foto de tu pasaporte en redes sociales para celebrar tu próximo viaje? Es fácil entenderlo: la emoción de un nuevo destino, el pasaporte recién renovado y las ganas de mostrarlo al mundo. Pero antes de que subas esa selfie al feed, vale la pena detenerse a pensar en los riesgos que podrías estar corriendo.
Por otro lado, hoy en día, es común que muchos servicios en línea te pidan una selfie con tu pasaporte para completar el registro. Pero, ¿es seguro tomarse esas fotos? (Spoiler: no mucho). Aquí te contamos por qué deberías pensártelo dos veces antes de hacerlo y cómo puedes reducir los riesgos si no tienes otra opción.
“Por favor, sube una selfie con tu pasaporte para verificar tu identidad.” Este tipo de solicitudes ya se ha vuelto bastante común en muchos servicios online. Desde bancos y empresas de alquiler de coches hasta posibles empleadores o propietarios, todos parecen pedir este tipo de fotos.
Decidir si compartir tus datos personales así es una elección personal, pero hay varias cosas que deberías considerar. Aquí te contamos los pros y contras, además de algunos consejos útiles para protegerte si te ves en la necesidad de tomarte una selfie con tu pasaporte.
Hoy en día, sin una "selfie de verificación", puede que no puedas instalar ciertas apps bancarias, registrarte en servicios de carsharing o incluso solicitar un préstamo rápido. Así que la elección es bastante sencilla.
¿Quieres usar estos servicios? Entonces, haz la foto. ¿Te preocupa la seguridad de tus datos? No la hagas. Pero claro, eso significa que no podrás hacer transferencias bancarias, alquilar un coche o conseguir un préstamo instantáneo. Es un dilema claro: o accedes a estos servicios o priorizas la seguridad de tu información.
Un argumento común de quienes deciden enviar selfies con su pasaporte es que ya han tenido filtraciones de datos antes, así que no le temen tanto a los posibles riesgos. Bueno, si llevas años mandando selfies de tu pasaporte por todos lados y usando la misma contraseña fácil en todas tus cuentas, como "12345", es bastante probable que ya te hayan hackeado alguna vez.
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Lamentablemente, no siempre sabemos qué hacen realmente las empresas con nuestros datos, y salvo algunas excepciones, eso es algo que casi nunca nos explican con claridad. Lo único que solemos escuchar es que "se toman muy en serio la seguridad de tus datos" y que "están almacenados de forma segura". Pero seamos sinceros, estas frases no inspiran mucha confianza, especialmente cuando lo único que las respalda es una página de política de privacidad que casi nadie lee.
Además, muchas empresas almacenan tus datos por demasiado tiempo. Un ejemplo claro: una popular empresa europea de carsharing guarda la información de sus usuarios por hasta diez años. Piensa en esto: en ese tiempo, podrías mudarte varias veces, vender tu coche o incluso olvidarte por completo de que alguna vez usaste el servicio, pero tu selfie con el pasaporte seguirá en sus servidores. Y lo peor es que, según sus políticas, pueden compartir tus datos con terceros.
Así que, en teoría, tu foto con el pasaporte podría terminar en manos de otras empresas sin que tú lo sepas. No es que la empresa sea "malvada", es simplemente la realidad de cómo funcionan la mayoría de los servicios que piden documentos de identificación. Y esto ni siquiera toca el tema de las filtraciones de datos...
Las filtraciones de datos son un problema de todos los días. Las empresas de carsharing, por ejemplo, son un blanco constante para los hackers desde que nacieron. A veces, estas filtraciones generan situaciones bastante locas. En Rusia, por ejemplo, algunos delincuentes crearon cuentas falsas en servicios de carsharing usando fotos de pasaportes robadas. Luego, alquilaron autos de lujo, violaron las leyes de tránsito y hasta provocaron accidentes. ¿Y de dónde crees que sacaron esos pasaportes? ¡De filtraciones de datos de otras empresas de carsharing!
Pero no solo se trata de autos alquilados. Otro gran riesgo son los préstamos inesperados. Tal vez los bancos grandes no te den un crédito solo con una selfie de tu pasaporte, pero hay muchas financieras pequeñas que dan microcréditos a cualquiera, sin preguntar mucho. Imagina que un día revisas tu historial crediticio y descubres varios préstamos que nunca solicitaste… eso es un problema grave. Y lo peor es que, además del préstamo, otra empresa dudosa también tiene ahora tu foto con el pasaporte.
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Las selfies con documentos de identidad son un recurso valioso para los estafadores. Además de abrir cuentas falsas o pedir préstamos a tu nombre, los criminales pueden abrir empresas fantasma bajo tu identidad o incluso registrar líneas de teléfono que luego usarán para cometer delitos. Y mientras más empresas ofrezcan la posibilidad de registrarse remotamente, más grandes son los riesgos de que tu selfie con el pasaporte caiga en manos equivocadas.
De hecho, en mercados clandestinos de internet, ya se venden series de fotos de personas sosteniendo hojas blancas del tamaño de documentos, para falsificar identificaciones y saltarse los sistemas de verificación estándar de KYC (Conoce a tu Cliente). Si los delincuentes logran hacerse con una selfie real con tu pasaporte, para ellos es como ganar la lotería.
En Latinoamérica, casos como estos no son raros. En México, por ejemplo, se han reportado incidentes en los que personas descubren que tienen líneas telefónicas a su nombre que nunca contrataron, y eso es solo la punta del iceberg. En Argentina y Colombia, se ha denunciado el uso de identidades robadas para pedir créditos rápidos o para rentar autos sin pagar. En algunos casos, las víctimas ni siquiera se enteran hasta que empiezan a recibir llamadas de cobranzas por deudas que nunca contrajeron.
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Sabemos que a veces no hay opción: necesitas tomarte una selfie con tu pasaporte para registrarte en algún servicio, aunque no te encante la idea. Lo bueno es que hay algunas cosas que puedes hacer para minimizar los riesgos. Aquí te dejamos algunos consejos para que te protejas lo mejor posible.
Antes de enviar una foto de tu pasaporte, asegúrate de saber a quién le estás dando esa información. Lee la política de privacidad (aunque sabemos que no es lo más entretenido) y trata de averiguar cosas importantes como: ¿dónde se almacenan tus datos?, ¿quién los maneja?, ¿cuánto tiempo los guardan?, y ¿si tienen la opción de compartir tus datos con autoridades, terceros o incluso enviarlos a otros países? No es lo más divertido, pero puede ahorrarte problemas.
Un buen truco es buscar en Google algo como "[nombre de la empresa] filtración de datos" o "[nombre de la empresa] data breach". Si esa empresa ha tenido problemas en el pasado, puede ser una señal de alerta. Mira si han tenido filtraciones, qué tipo de información se filtró y, lo más importante, cómo respondieron a la situación. Si ves que la empresa tiene varios incidentes, quizá sea mejor pensarlo dos veces antes de enviar tu foto.
Si de verdad tienes que enviar la selfie, ponle una marca de agua. Es fácil: usa la función de edición de fotos de tu celular para agregar un texto semitransparente con el nombre de la empresa a la que se la estás enviando. Por ejemplo, si es para una app de carsharing, añade algo como "Solo para [nombre del servicio]" en la foto. Así, si la imagen se filtra, será mucho más complicado para los estafadores usarla en otro lugar.
Nunca, pero nunca envíes tu selfie con el pasaporte por WhatsApp, correo o cualquier mensajería. Solo utiliza la app oficial del servicio o su página web. Así reduces las posibilidades de que tu foto termine en manos equivocadas.
Una vez que hayas mandado la foto, elimínala de inmediato de tu teléfono o computadora. Pero ojo, no te olvides de limpiar también la carpeta de "Eliminados recientes" o la "Papelera" de tu dispositivo. Si no tienes seguridad extra en tu teléfono, lo mejor es no dejar rastros innecesarios.
Es buena idea estar al tanto de lo que pasa con tu historial crediticio. Habla con tu banco y ve si pueden enviarte alertas cada vez que haya algún cambio en tu reporte crediticio. De esta manera, si alguien intenta pedir un préstamo a tu nombre, podrás actuar rápido.
Por último, pregúntate si el servicio que estás a punto de usar realmente vale el riesgo de enviar una selfie con tu pasaporte. A veces, lo que te ofrecen no justifica exponer tu información personal. Y algo muy importante: nunca compartas tus datos personales a cambio de dinero. Eso es abrir la puerta a problemas mayores.
En resumen, sabemos que estas solicitudes de selfies con pasaporte se están volviendo cada vez más comunes, pero eso no significa que tengas que aceptarlas sin pensarlo. Investiga, protege tu información y, si decides hacerlo, asegúrate de tomar todas las precauciones posibles. Al final del día, tu seguridad y privacidad valen mucho más que cualquier servicio rápido o cómodo.