En muchas empresas, los empleados buscan soluciones rápidas y efectivas para hacer su trabajo más fácil, a menudo recurriendo a aplicaciones SaaS sin consultar al equipo de TI. A primera vista, puede parecer una práctica inofensiva, pero esta falta de control y supervisión esconde riesgos importantes para la seguridad de la organización.
Este fenómeno, conocido como Shadow SaaS, está ganando terreno en las empresas, incrementando las posibilidades de sufrir ataques y brechas de datos. Si te preguntas cómo estas aplicaciones no autorizadas pueden exponer tu negocio a amenazas invisibles, en este artículo te contamos todo lo que necesitas saber para protegerte de esta creciente vulnerabilidad.
Shadow SaaS se refiere al uso no autorizado de aplicaciones SaaS por parte de los trabajadores de una empresa sin el consentimiento, control o supervisión del departamento de TI. Cada vez es más común que, en los entornos de trabajo actuales, los empleados busquen por su cuenta herramientas en la nube que les permitan ser más ágiles y eficientes. Esto sucede porque el ritmo del cambio tecnológico es tan rápido que, muchas veces, las soluciones corporativas aprobadas no se adaptan lo suficiente a sus necesidades. Así, sin mucho ruido, estas aplicaciones no autorizadas terminan integrándose en las operaciones diarias, porque son más simples y funcionales que las opciones oficiales.
Es importante destacar que no todas las aplicaciones SaaS son maliciosas por sí mismas. El problema radica en que, al no pasar por los controles de seguridad de la empresa, estas aplicaciones pueden convertirse en un punto de entrada para ataques cibernéticos.
El Shadow SaaS pone a las empresas en una posición vulnerable, ya que estas aplicaciones operan fuera del control de los entornos de TI, lo que puede comprometer datos sensibles y abrir la puerta a ciberataques. Al estar fuera del radar, estas herramientas se convierten en un blanco atractivo para los atacantes, que buscan acceso a información corporativa crítica.
El uso generalizado de aplicaciones en la nube, con sus propias debilidades, supone un reto para los equipos de seguridad, que a menudo no tienen suficiente experiencia en este tipo de entornos. Para enfrentarse a este problema, las organizaciones deben entender bien las vulnerabilidades específicas de estas aplicaciones y asegurarse de que esta comprensión se refleje en sus estrategias de seguridad. A continuación, te describimos algunos de los riesgos más comunes:
1. Falta de visibilidad y control: El principal riesgo del Shadow SaaS es la falta de visibilidad. Cuando el departamento de TI no tiene conocimiento de qué aplicaciones están siendo utilizadas, se pierde la capacidad de monitorear o gestionar esos servicios. Esto crea "puntos ciegos" en la red corporativa que pueden ser explotados por atacantes.
Sin visibilidad, es imposible aplicar controles de seguridad adecuados, como el uso de contraseñas seguras, la autenticación multifactor (MFA) o la encriptación de datos. Además, no se pueden auditar las actividades que ocurren dentro de estas aplicaciones no autorizadas.
2. Fugas de datos: El riesgo de fugas de datos es significativamente más alto con el Shadow SaaS. Los trabajadores pueden almacenar información confidencial, como datos de clientes, planes de proyectos o incluso detalles financieros, en aplicaciones sin la protección adecuada. Si la aplicación SaaS sufre una brecha de seguridad, toda esa información puede estar en peligro.
Además, muchas aplicaciones SaaS no cumplen con las regulaciones de seguridad y privacidad, lo que aumenta aún más el riesgo de que los datos terminen en manos equivocadas.
3. Cumplimiento normativo: Las empresas deben cumplir con normativas locales e internacionales, como el Reglamento General de Protección de Datos (GDPR) o la Ley de Portabilidad y Responsabilidad de Seguros de Salud (HIPAA). Cuando los trabajadores utilizan aplicaciones SaaS no autorizadas, es posible que no se sigan las políticas y requisitos necesarios para garantizar la seguridad y privacidad de los datos.
Esto puede derivar en sanciones legales y multas significativas si se descubre que la empresa no ha gestionado adecuadamente sus datos sensibles.
4. Pérdida de integridad de los datos: Cuando varias personas acceden a una aplicación SaaS sin el conocimiento del departamento de TI, es difícil garantizar que los datos almacenados en la aplicación sean confiables y precisos. El Shadow SaaS puede dar lugar a inconsistencias o errores en la información almacenada, lo que podría afectar la toma de decisiones y la estrategia empresarial.
5. Amenazas de ciberataques: El uso de aplicaciones no autorizadas puede aumentar la superficie de ataque de la organización. Las aplicaciones SaaS pueden tener vulnerabilidades que los ciberdelincuentes pueden explotar para lanzar ataques como el ransomware, phishing o malware. Dado que el equipo de seguridad no está monitoreando estas aplicaciones, es más probable que estas amenazas pasen desapercibidas hasta que ya sea demasiado tarde.
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Las aplicaciones que entran en la categoría de "SaaS en la sombra" están en una situación de riesgo mayor porque se usan sin pasar por los controles de seguridad habituales de la empresa. Esto las hace especialmente atractivas para los atacantes.
Por ejemplo, los ataques de robo de credenciales suelen aprovechar contraseñas débiles o repetidas en plataformas que los trabajadores usan por su cuenta. Al no estar bajo la supervisión del equipo de TI, estos intentos de acceso pueden pasar desapercibidos hasta que el daño ya esté hecho.
Del mismo modo, los ataques de phishing tienden a ser más efectivos contra aplicaciones Shadow SaaS, ya que no cuentan con el filtrado adecuado o con medidas de seguridad consistentes, como la autenticación multifactor, lo que deja a los trabajadores más expuestos al engaño.
Para manejar de manera efectiva los riesgos del SaaS, tanto oficial como en la sombra, las empresas necesitan establecer políticas y medidas de seguridad sólidas. Aquí te presentamos algunas prácticas recomendadas que pueden ayudar a proteger tu ecosistema SaaS:
Es crucial que las organizaciones tengan un control total sobre todas las aplicaciones SaaS que se usan, ya sean autorizadas o no. Para lograr esto, los equipos de TI deben usar herramientas que detecten y cataloguen cada aplicación en uso. Esto puede incluir la supervisión del tráfico de red para identificar el uso de aplicaciones SaaS y la integración con proveedores de identidad que registren cada inicio de sesión. El objetivo es que ninguna aplicación se escape del radar.
Tener una buena política de gestión de acceso e identidad (IAM) es clave. Esto incluye asegurarse de que todas las aplicaciones SaaS utilicen autenticación multifactor (MFA), aplicar el principio de privilegios mínimos, y revisar regularmente los permisos de acceso. En cuanto al Shadow SaaS, puede ser útil crear un proceso sencillo para que los trabajadores puedan solicitar y obtener la aprobación de nuevas herramientas, lo que podría disminuir la tentación de usar software no autorizado.
Las empresas también deben ser conscientes de los riesgos asociados con la identidad y ajustar sus estrategias de seguridad en consecuencia:
Ofrecer capacitaciones periódicas sobre ciberseguridad puede reducir significativamente los riesgos del Shadow SaaS. Estas capacitaciones deben enseñar a los trabajadores sobre los peligros de utilizar software no autorizado y explicar los procedimientos correctos para adoptar nuevas tecnologías. Además, deben cubrir escenarios específicos de ataques SaaS para que los empleados puedan reconocer y responder mejor a las amenazas.
Es fundamental adaptar los planes de respuesta a incidentes para abordar las particularidades de las plataformas SaaS. Integrar la detección de anomalías impulsada por IA puede ayudar a identificar patrones de uso inusuales o posibles violaciones de datos. Tener un plan de respuesta rápida es esencial para actuar inmediatamente en caso de incidentes de seguridad relacionados con aplicaciones en la sombra.
Cuando un trabajador deja la empresa, es importante asegurarse de que se elimine su acceso a todas las aplicaciones SaaS que usaba, para evitar que mantenga acceso a información corporativa. Automatizar este proceso puede ayudar a garantizar que la desvinculación sea completa y oportuna.
Los marcos legales y las políticas de cumplimiento también deben actualizarse para reflejar el fenómeno del Shadow SaaS. Esto incluye realizar auditorías periódicas para asegurar que todas las aplicaciones cumplan con regulaciones como GDPR, HIPAA o SOC 2. Además, los equipos legales pueden redactar términos de uso claros que desincentiven el uso de aplicaciones no autorizadas y expliquen las consecuencias legales de hacerlo.
En resumen, el Shadow SaaS presenta riesgos importantes para la seguridad de las empresas, ya que introduce aplicaciones no autorizadas que operan fuera del control de los equipos de TI. La falta de visibilidad y gestión adecuada de estas aplicaciones puede exponer datos sensibles y abrir la puerta a ciberataques. Sin embargo, con políticas claras de acceso, una estrategia de capacitación sólida y herramientas efectivas para monitorear y detectar anomalías, es posible mitigar esos riesgos.
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Ahora que ya conoces los peligros del Shadow SaaS y cómo protegerte, ¿qué medidas estás tomando para asegurarte de que tu empresa esté preparada para estos desafíos?