¿Alguna vez has sostenido una puerta abierta para alguien que viene detrás de ti, sin pensarlo dos veces? Un gesto de cortesía, ¿verdad? Ahora imagina que esa persona está aprovechando tu amabilidad para entrar en un área donde no debería estar. Este simple acto puede parecer inofensivo, pero en el mundo empresarial, este tipo de comportamiento tiene un nombre: tailgating, y puede convertirse en una amenaza seria para la seguridad de tu empresa.
En este artículo, vamos a desglosar cómo un gesto tan cotidiano puede ser aprovechado por intrusos para comprometer la seguridad de tus instalaciones y qué medidas puedes tomar para evitarlo.
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El tailgating, también conocido como "ataque de piggybacking", es un tipo de ataque te ingeniería social que ocurre cuando una persona no autorizada entra en un área o instalación siguiendo de cerca a alguien que tiene acceso permitido. En muchos casos, esta táctica depende de la cortesía o la distracción del personal, lo que permite que un atacante acceda a áreas restringidas sin la autorización adecuada.
Un ejemplo clásico de tailgating es cuando alguien se acerca a la puerta detrás de un trabajador con tarjeta de identificación y aprovecha el momento para entrar en las instalaciones sin pasar por los controles de acceso. Aunque este tipo de ataques parece inofensivo, puede abrir la puerta a amenazas graves, como la instalación de malware, robo de datos sensibles o incluso daños físicos a las instalaciones.
Hoy en día, los atacantes tienen un arsenal de tácticas para burlar los controles de seguridad y colarse en empresas que no siguen los protocolos al pie de la letra. Lo más sorprendente es que muchas de estas tácticas se basan en algo tan sencillo como la empatía o la distracción de los trabajadores. Sí, los malos no siempre son genios de la tecnología, a veces simplemente se aprovechan de nuestra buena voluntad.
Una de las técnicas más comunes de tailgating es hacerse pasar por alguien del personal autorizado. Los atacantes se disfrazan de trabajadores, mensajeros o hasta repartidores de comida rápida, confiando en que nadie va a sospechar de alguien que parece tener un propósito legítimo. Después de todo, ¿quién desconfiaría de un tipo con uniforme y una caja de pizza?
Otra excusa clásica que utilizan los tailgaters es la de haber olvidado su tarjeta de identificación. "La dejé en casa", dicen, o incluso mencionan que conocen a varias personas en la oficina para ganarse la confianza del personal de seguridad. Si el guardia no sigue los protocolos, el atacante tendrá vía libre para entrar, y lo peor es que nadie se dará cuenta hasta que sea demasiado tarde.
Una situación aún más común es la de aprovecharse de alguien que sostiene una puerta abierta. Quizá te ha pasado: estás entrando a la oficina y, por cortesía, mantienes la puerta abierta para alguien más. Ese pequeño gesto puede ser justo lo que necesita un intruso para colarse sin pasar por los controles de acceso.
Y si eso no funciona, los tailgaters tienen otro truco bajo la manga: aparecer con las manos llenas de paquetes o cajas. Confiando en que los trabajadores querrán ayudar, el atacante se hace pasar por un repartidor en apuros y, antes de que te des cuenta, ya está dentro de una zona restringida. Este tipo de escenarios son más comunes en grandes empresas, donde hay muchos trabajadores que no se conocen entre sí y donde los servicios externos como mensajería o delivery son parte del día a día.
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Permitir que alguien acceda a las instalaciones sin los controles de seguridad adecuados puede tener múltiples consecuencias:
Afortunadamente, hay medidas de seguridad que pueden implementarse para evitar que el tailgating afecte a tu empresa. A continuación, te dejamos algunos consejos para proteger tu empresa de este tipo de ataques.
La educación en tailgating y ciberseguridad es esencial para garantizar la seguridad en cualquier empresa. Muchos trabajadores permiten el acceso no autorizado por simple cortesía o falta de atención, lo que puede abrir la puerta a riesgos importantes.
Es fundamental que tanto el personal de seguridad como los trabajadores estén capacitados para reconocer estos intentos y cuestionar a cualquiera que no cumpla con los protocolos de identificación y acceso.
Fomentar una cultura de seguridad, donde todos entiendan que la protección de la empresa es responsabilidad compartida, puede prevenir este tipo de ataques y fortalecer las defensas generales de la organización.
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Los sistemas de control de acceso son esenciales para prevenir el tailgating. Asegúrate de que las puertas y accesos estén equipados con tecnología que evite que varias personas entren de una sola vez, como torniquetes o puertas con control de acceso individual. Los sistemas avanzados de autenticación, como lectores biométricos o de doble verificación, también pueden ser efectivos para minimizar el riesgo de que una persona no autorizada acceda a las instalaciones.
Las zonas restringidas o áreas con acceso limitado deben estar constantemente monitoreadas mediante cámaras de seguridad. Esto no solo desalentará a posibles intrusos, sino que también proporcionará pruebas en caso de un incidente de tailgating. Asegúrate de que el personal de seguridad vigile las imágenes de video en tiempo real y que se revisen periódicamente.
Las horas pico, como las de entrada y salida del personal, son momentos de alta vulnerabilidad para un ataque de tailgating, ya que es cuando las puertas suelen abrirse con mayor frecuencia. Una buena práctica es designar personal para supervisar las entradas en estos momentos críticos o instalar sistemas que permitan controlar cuántas personas pasan por la puerta con cada apertura.
Otra estrategia útil es asegurarse de que todos los trabajadores usen sus tarjetas de identificación de manera visible en todo momento. Esto facilita que el personal de seguridad o incluso los propios compañeros de trabajo puedan identificar rápidamente a cualquier persona no autorizada dentro de las instalaciones.
De manera periódica, las empresas deberían llevar a cabo pruebas internas de sus medidas de seguridad, incluyendo simulaciones de ataques de tailgating. Esto ayudará a identificar posibles debilidades en el sistema y dará la oportunidad de corregirlas antes de que puedan ser explotadas por actores maliciosos.
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El tailgating está estrechamente vinculado con las tácticas de ingeniería social, ya que los atacantes suelen aprovecharse de la naturaleza humana para ganarse la confianza o la simpatía de los trabajadores. Estas tácticas incluyen hacerse pasar por un compañero de trabajo, un visitante externo o incluso un proveedor, y aprovecharse de la cortesía o la distracción para ingresar sin autorización.
Por eso, es vital que los trabajadores no solo conozcan los procedimientos de seguridad, sino que también estén capacitados para cuestionar cualquier situación sospechosa, incluso si esto significa incomodar a otra persona. No se debe permitir el acceso a nadie sin las credenciales adecuadas, sin importar lo convincente que parezca.
Aunque puede parecer una amenaza menor comparada con otros riesgos de seguridad cibernética, el tailgating puede abrir la puerta a una serie de problemas graves para tu empresa. Un pequeño descuido en el control de acceso físico puede resultar en acceso no autorizado a áreas cruciales, robo de datos, instalación de malware, y muchos otros problemas que pondrán en riesgo la seguridad de tu organización.
Para impulsar programas efectivos de concientización en ciberseguridad, en TecnetOne ofrecemos una herramienta de concientización para usuarios, diseñada para evaluar el nivel de conocimiento de los trabajadores en materia de ciberseguridad. Esto permite a las empresas reforzar constantemente sus campañas de seguridad y ajustar sus políticas para garantizar que el personal adopte las acciones correctas ante intentos de acceso no autorizado. En TecnetOne, hacemos que la ciberseguridad y el cumplimiento sean más simples para tu empresa.
Ahora te toca a ti: ¿Tu empresa está preparada para prevenir un ataque de tailgating?