El robo de identidad en menores es alarmante y los ciberdelincuentes lo buscan activamente. En este artículo te explicamos las formas en que se realiza y cómo puedes blindar la identidad de tus hijos.
El año pasado, casi un millón de niños en EE.UU. se vieron afectados por el robo de identidad, dejando a las familias con una factura promedio de 1,128 dólares por incidente. En total, esto asciende a mil millones anuales.
¿Por qué los datos de los niños son tan codiciados? A diferencia de los adultos, los menores no suelen tener historiales crediticios negativos y es menos probable que sus datos sean bloqueados. Además, raramente revisan sus cuentas, lo que permite que las estafas permanezcan ocultas durante mucho tiempo.
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El robo de identidad en menores no es solo una amenaza emergente, sino una realidad preocupante en el mundo digital actual. La vulnerabilidad de estos jóvenes radica en su inexperiencia y en la percepción errónea de que, por ser menores, no son objetivos atractivos para los ciberdelincuentes. La verdad es que su limpio historial crediticio y la poca probabilidad de que revisen sus cuentas los convierten en blancos ideales. Es responsabilidad de los padres y tutores educar y proteger activamente a los niños en el ámbito digital. Estar informados, tomar medidas preventivas y estar alerta a cualquier señal de compromiso son pasos esenciales para salvaguardar la identidad de nuestros niños y asegurarles un futuro financiero y digital seguro. La ciberseguridad no solo concierne a los adultos, es vital que también integremos a nuestros menores en esta conversación y acción preventiva.