La dark web suele tener mala fama. Para muchas personas, es sinónimo de delitos, cosas ilegales y virus. Y sí, hay rincones bastante oscuros ahí dentro… pero eso no significa que todo sea peligroso o ilegal. En realidad, la dark web es solo una herramienta (una parte del internet que no aparece en Google) y, como cualquier herramienta, todo depende de cómo se use.
Con el conocimiento adecuado y tomando precauciones, se puede usar de forma segura y con fines totalmente legítimos: investigar temas sensibles, cuidar tu privacidad o incluso acceder a información censurada en países donde hay represión.
Ahora bien, si estás pensando en explorarla, hay una única forma segura de hacerlo: usando el navegador Tor. Y ojo con esto: solo deberías descargarlo desde el sitio oficial del Proyecto Tor. Nada de versiones raras de otras páginas. Usar una descarga no oficial puede ser muy arriesgado, muchas veces vienen modificadas con programas maliciosos que espían todo lo que haces o roban tu información.
Una vez que tienes el navegador Tor instalado, lo siguiente (y muy importante) es ajustar su configuración de seguridad. Tor viene con tres niveles: Estándar, Más seguro y El más seguro. Este último bloquea muchas cosas que podrían ser peligrosas, como JavaScript (que suele usarse para ataques), fuentes externas, símbolos raros y contenido multimedia.
Eso sí, cuanto más seguro pongas el navegador, más probable es que algunas páginas no funcionen bien o no se vean como deberían. Por eso, lo ideal es activar el modo "El más seguro" cuando entres a sitios que no conoces, sobre todo si son direcciones .onion.
Mucha gente decide combinar Tor con una VPN para reforzar su anonimato. Esto agrega una capa extra de privacidad: aunque tu proveedor de internet pueda notar que estás usando Tor, con una VPN activa no verá ni eso.
Dicho esto, Tor ya cifra todo tu tráfico y lo envía por varios puntos del mundo antes de llegar a su destino. Así que si solo vas a navegar de forma legal y puntual, la VPN no es obligatoria.
Pero si de todas formas quieres usar una, evita las VPN gratuitas. Suena tentador, pero muchas venden tus datos o alquilan tus direcciones IP. Mejor elige una VPN de pago, de las que tienen políticas claras de no guardar registros (zero logs). Y muy importante: enciende la VPN primero, y luego abre Tor. A esto se le llama Tor sobre VPN, y sirve para que tu proveedor de internet ni siquiera sepa que estás usando Tor.
Si lo tuyo es llevar la privacidad al siguiente nivel, hay sistemas operativos diseñados justo para eso:
Whonix: Se instala dentro de una máquina virtual (como VirtualBox) y todo lo que haces ahí pasa sí o sí por la red Tor. Además, si por error descargas algo sospechoso, se queda dentro de esa máquina virtual, sin afectar tu computadora principal. Súper útil y relativamente fácil de instalar.
Tails OS: Es un sistema más avanzado que corre desde una USB. No guarda nada de lo que haces y, cuando apagas el equipo, es como si nunca hubieras estado allí. Eso sí, configurarlo puede ser un poco complicado si no tienes experiencia técnica, pero ofrece un nivel de privacidad altísimo.
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Una de las primeras cosas que notarás al entrar a la dark web es que todo carga más lento. Y no, no es tu internet fallando. Es completamente normal y tiene que ver con cómo funciona Tor, la red que se usa para acceder a esta parte del internet.
Tor manda tu tráfico por varios “saltos” alrededor del mundo (algo así como pasar una carta por muchas manos antes de llegar al destino) y en cada paso se descifra una capa diferente de seguridad (de ahí lo de “enrutamiento cebolla”). Esta lentitud es parte del trato: es lo que mantiene tu conexión anónima y cifrada. Así que si va lento, en realidad es buena señal.
Google o Bing no te van a ayudar a encontrar páginas .onion. En su lugar, hay buscadores especiales que sí lo hacen. Tor viene con DuckDuckGo como opción por defecto, que funciona bien. Pero si quieres ir a lo seguro, prueba Ahmia: es un buscador pensado para la dark web que muestra solo sitios verificados y filtra contenido peligroso.
Y una recomendación importante: no entres a cualquier link que veas en foros o chats. Muchos de esos enlaces son trampas, están llenos de virus o llevan a cosas ilegales. Lo más seguro es usar directorios .onion confiables o acceder a versiones oficiales de medios reconocidos, como The New York Times, Facebook o The Guardian, que tienen sus propios sitios .onion para que la gente pueda leerlos incluso en países con censura.
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Hay sitios que desde el primer vistazo te dicen “sal de aquí”. Algunas alertas muy claras incluyen:
Ofrecen drogas, armas, documentos falsos o bases de datos robadas
Piden datos personales como nombre, email o tarjeta
Quieren que descargues archivos o actualizaciones sospechosas
Llenos de anuncios raros, ventanas emergentes o comportamientos extraños
El sitio se ve mal hecho, tiene errores raros o ejecuta scripts sin aviso
Hay foros donde se habla de delitos como fraude, hackeo o piratería
Ojo: en algunos países, solo leer o participar en estos foros puede meterte en problemas legales, aunque no hagas nada ilegal. Así que mucho cuidado.
La dark web puede usarse con fines totalmente legales y legítimos (periodistas, investigadores y activistas lo hacen a diario) pero eso no significa que sea un lugar seguro por defecto. Aquí te dejamos algunas reglas de oro para moverte sin arriesgarte:
No uses tu nombre real. Usa un seudónimo y un correo temporal.
No descargues archivos, ni siquiera PDFs o ZIPs. Pueden estar infectados.
No hagas pagos ni compres nada, ni aunque sea con criptomonedas. Es muy fácil caer en una estafa.
Mantente lejos de los “mercados negros”. Muchos son falsos o están bajo vigilancia.
No hagas clic porque sí, ni te suscribas a nada, ni rellenes formularios con tus datos.
Navega con un objetivo claro. Entra, haz lo que tenías que hacer, y sal. No te pongas a explorar por curiosidad.
Sí, usar la dark web es legal. No estás haciendo nada malo por usar Tor ni por visitar sitios .onion. Muchas personas lo usan para proteger su privacidad, investigar temas delicados o simplemente para leer medios de comunicación en países con censura.
Lo que sí es ilegal es interactuar con contenido prohibido, hacer compras de cosas ilegales, o descargar archivos que infringen la ley. Y lo peor es que muchas veces podrías toparte con estas cosas sin siquiera buscarlas.
Así que, si vas a usar la dark web, hazlo con conocimiento, cuidado y siempre dentro de la ley. Protégete, mantén tu identidad en privado, evita descargas y navega con un propósito. Eso marcará la diferencia entre una experiencia útil… o una pesadilla.