La tecnología no se detiene, y las empresas tampoco deberían hacerlo. Si todavía estás gestionando tus sistemas desde servidores locales (On-Premise), es probable que ya estés considerando dar el salto a la nube. Pero, ¿qué significa exactamente esto?
En palabras simples, se trata de mover tus sistemas, aplicaciones y datos a servidores en internet, a los que puedes acceder desde cualquier lugar. Aunque suene técnico, la idea es sencilla: trabajar mejor, más rápido y sin gastar de más.
La migración de on-premise a la nube consiste en trasladar los componentes tecnológicos de una organización (como servidores físicos o virtuales, aplicaciones, datos, redes y herramientas de TI) que se encuentran instalados y gestionados en las propias instalaciones de la empresa hacia un entorno de computación en la nube gestionado por un proveedor externo, como Amazon Web Services, Microsoft Azure o GCP.
En lugar de que la empresa posea, mantenga y actualice el hardware y software en sus propias instalaciones, pasa a utilizar infraestructura y servicios en la nube, que se suministran bajo modelos de pago por uso, mayor flexibilidad y menos cargas de mantenimiento físico.
Este proceso implica no solo la “mudanza” de hardware, sino también replantear procesos de TI, seguridad, gestión de datos, arquitectura, gobernanza e incluso cultura organizacional.
Migrar a la nube no es solo una decisión tecnológica: es una apuesta por hacer tu negocio más rentable, competitivo y flexible. Aquí te lo explicamos de forma sencilla:
1. Ahorro de costos y mejor control financiero: Olvídate de gastar fortunas en hardware, mantenimiento o energía. Con la nube, pagas solo por lo que usas y puedes administrar tu presupuesto con mucha más precisión.
2. Escalabilidad real cuando tu negocio lo necesita: ¿Tienes picos de demanda? ¿Temporadas bajas? La nube te permite subir o bajar recursos en minutos, sin complicaciones y sin pagar de más.
3. Seguridad de nivel empresarial y cumplimiento garantizado: Los grandes proveedores de nube invierten miles de millones en ciberseguridad. Esto te da acceso a tecnologías y certificaciones que serían casi imposibles (o demasiado costosas) de implementar por cuenta propia.
4. Continuidad del negocio sin estrés: Con la nube, los backups y los planes de recuperación ante desastres son mucho más fáciles de implementar. Tus datos pueden replicarse en varias regiones, asegurando disponibilidad constante y mayor resiliencia.
5. Innovación más rápida y mejor time-to-market: Tu equipo puede crear, probar y desplegar nuevas soluciones en minutos. Esto se traduce en más velocidad, más innovación y una ventaja competitiva clara frente a quienes aún dependen de infraestructura on-premise.
6. Trabajo remoto sin fricciones: La nube facilita que tu equipo colabore desde cualquier lugar del mundo, con acceso seguro a datos y aplicaciones desde cualquier dispositivo.
7. Acceso inmediato a tecnologías avanzadas (IA, Machine Learning, Big Data): La nube abre la puerta a herramientas de última generación sin necesidad de comprar infraestructura costosa o contratar especialistas para operarla. Simplemente las usas cuando las necesitas.
Empresas como Netflix, Spotify y Dropbox migraron a la nube y transformaron su modelo de negocio. Si ellos lo hicieron, ¿por qué no tú?
Conoce más sobre: ¿Cómo Migrar tus Aplicaciones a la Nube de Forma Segura?
Infraestructura on-premise obsoleta o cercana al fin de su vida útil.
Crecimiento en la necesidad de escalabilidad y accesibilidad remota.
Necesidad de reducir riesgos físicos (caídas, incendios, fallos eléctricos).
Búsqueda de un modelo más flexible y orientado al crecimiento.
Aplicaciones muy antiguas difíciles de modernizar.
Regulaciones estrictas que obligan a mantener datos en instalaciones propias.
Riesgos de costos ocultos si no se planifica bien.
Cargas de trabajo extremadamente estables y optimizadas on-premise.
Inventario completo de servidores, aplicaciones y dependencias.
Definición de objetivos: ahorro, rendimiento, seguridad, innovación.
Análisis de compatibilidad y priorización de cargas para migrar.
Evaluación de costos comparativos entre on-premise y nube.
Rehost (Lift & Shift): mover tal cual a la nube.
Replatform: optimizar algunas partes antes de migrar.
Refactor: rediseñar para aprovechar plenamente la nube.
Retire o Retain: eliminar o dejar cargas que no conviene migrar.
Cronograma de migración por fases.
Diseño de la arquitectura en la nube.
Plan de seguridad, cifrado, cumplimiento y roles de acceso.
Preparación de pruebas piloto.
Migración de datos, servidores y aplicaciones según el plan.
Monitoreo constante del rendimiento.
Validación funcional tras cada fase.
Ajustes de recursos para evitar desperdicio de costos.
Modernización continua de aplicaciones.
Monitoreo y automatización para asegurar estabilidad.
Un servicio de administración en la nube puede ayudarte a ti y a tu empresa a decidir, de manera sencilla y estratégica, cuál es el tipo de migración a la nube que realmente les conviene.
Falta de estrategia clara.
Costos imprevistos por mala estimación.
Complejidad de aplicaciones heredadas.
Resistencia al cambio del equipo de TI.
Problemas de cumplimiento o gobernanza.
Dependencia del proveedor (vendor lock-in).
Definir una estrategia de migración antes de empezar.
Realizar inventarios detallados y mapear dependencias.
Capacitar al equipo en tecnologías de nube.
Migrar por fases y comenzar con servicios de menor riesgo.
Implementar políticas de gobernanza y seguridad desde el inicio.
Monitorear continuamente costos y uso de recursos.
Migrar a la nube impulsa la agilidad, la escalabilidad y la innovación del negocio, pero nada de eso funciona sin una estrategia de seguridad bien diseñada. Elegir entre un equipo interno o un MSSP (Proveedor de Servicios Gestionados de Seguridad) es clave: mientras el primero ofrece control total, un MSSP aporta experiencia especializada, costos más predecibles y cobertura 24/7 sin complicaciones.
Un equipo interno te da control absoluto y un conocimiento profundo de tu operación. El reto es que mantener ese nivel de especialización requiere tiempo, inversión y mucha formación continua. Por otro lado, un MSSP aporta un equipo multidisciplinario que ya ha enfrentado cientos de escenarios y amenazas en distintos sectores. Esa experiencia es difícil (y costosa) de replicar desde cero dentro de la empresa.
Las amenazas no esperan a que el equipo vuelva del fin de semana. Para cubrir turnos completos con personal interno se necesitan entre 8 y 10 analistas, lo que implica una fuerte carga de gestión y coordinación. Un MSSP ya tiene esa capacidad operativa instalada, asegurando monitoreo, detección y respuesta a incidentes en cualquier momento del día.
La migración de on-premise a la nube no es solo mover servidores: es una pieza clave para habilitar agilidad, escalabilidad e innovación en el negocio. Pero para que funcione, la seguridad debe estar integrada desde el diseño, no añadida al final. Solo así se protegen los activos críticos y se aprovechan realmente los beneficios de la nube.
En TecnetOne podemos acompañarte en todo el proceso, desde la planificación hasta la implementación, asegurando que tu migración sea ágil, segura y alineada con las necesidades reales de tu negocio.