Cuando una aerolínea tan grande como Iberia reconoce una brecha de seguridad, la reacción inmediata suele ser: ¿qué falló? Pero quizá la pregunta más importante ya no sea esa, sino: ¿qué vamos a hacer para que, cuando llegue la computación cuántica, no quedemos expuestos de forma irreversible?
El reciente incidente que golpeó a Iberia, originado en un proveedor tecnológico comprometido, dejó al descubierto nombres, correos, teléfonos y números de fidelización de millones de clientes. La compañía aseguró que ni contraseñas ni datos bancarios fueron afectados, y por ahora no hay pruebas de fraude. Pero si miras un poco más allá, te encuentras con un problema más profundo: hemos creado gigantescos repositorios de identidad digital que nunca caducan, y que podrían entrar en riesgo permanente con la llegada de los ordenadores cuánticos.
Desde TecnetOne te explicamos por qué este incidente va mucho más allá de una simple filtración.
Cuando piensas en datos filtrados, quizá lo primero que imagines son tarjetas de crédito robadas. Pero esas caducan. Se reemplazan. Se bloquean.
Lo que las aerolíneas acumulan, en cambio, no expira nunca:
Si alguien accede a estas bases de datos, obtiene un retrato completo de cómo te mueves, dónde viajas, con qué frecuencia y hasta cómo consumes. Y ahora piensa: ¿qué pasaría si estos datos quedan almacenados hoy pero descifrados dentro de 10 años gracias a la computación cuántica?
Ese es el escenario que ya preocupa a los expertos.
Tal vez los ordenadores cuánticos actuales aún no pueden romper los cifrados modernos, pero eso no significa que los atacantes estén cruzados de brazos.
Ya existe un modelo de ataque llamado Harvest Now, Decrypt Later (Cosecha ahora, descifra después), que consiste en:
Esto convierte cualquier filtración actual en una bomba de tiempo.
Y cuando hablamos de aerolíneas o infraestructuras críticas, hablamos de millones de perfiles de viajeros, funcionarios, empresarios, diplomáticos y todo tipo de personas cuyas interacciones pueden decir mucho más de lo que aparentan.
Lee más: Iberia Sufre Una Filtración de Datos: Esto es Lo que Debes Saber
Muchos países ya están trabajando en la transición a la criptografía postcuántica, algoritmos diseñados para resistir ataques de futuras computadoras cuánticas. Pero la realidad es preocupante:
Si aún no lo habías considerado, este es el momento de hacerlo: muchas de las tecnologías que usamos para proteger datos hoy dejarán de ser seguras en el futuro cercano.
Migrar a criptografía postcuántica no consiste simplemente en cambiar certificados o actualizar servidores. Implica decisiones estratégicas de alto nivel:
Muchas organizaciones no tienen respuestas para estas preguntas porque, hasta hace poco, el riesgo parecía demasiado lejano.
Pero estamos entrando en una etapa en la que la amenaza cuántica ya cuenta con un timeline realista. Ignorarla solo hará que la transición sea más costosa, más lenta y quizá demasiado tardía.
También podría interesarte: Aeroméxico Sufre Presunto Ciberataque: 30 Millones de Datos en Riesgo
Las aerolíneas, como Iberia, son operadores esenciales. Gestionan:
Esto las convierte en uno de los objetivos más atractivos para cibercriminales y actores estatales.
Y no es casualidad que Corea del Sur, países europeos, Estados Unidos y Japón reporten cada año más ataques contra aerolíneas y aeropuertos.
Según cifras recientes, los ataques contra operadores esenciales crecieron 43% solo en España en 2024, y la tendencia continúa en ascenso.
Cuando un sector maneja datos tan valiosos y permanentes, una brecha no es simplemente un incidente: es un riesgo estructural para el país.
Si eres responsable de TI, seguridad o datos en una empresa, grande o pequeña, esta es la conversación urgente que debes tener:
El problema no es futurista. El problema es qué estamos haciendo hoy para no lamentarnos mañana.
El caso Iberia debe servirte de recordatorio: incluso las empresas más grandes, maduras y mejor preparadas pueden ser víctimas de un incidente que exponga millones de datos personales.
Pero en la era cuántica, la pregunta ya no es “¿qué pasó?”, sino “qué haremos antes de que sea demasiado tarde”.
Desde TecnetOne lo vemos claro: La transición a la criptografía postcuántica es un reto técnico, estratégico y humano. Y quienes comiencen ahora tendrán una enorme ventaja frente a quienes esperen al último minuto.
Tu información, la de tu empresa y la de tus clientes ya no solo debe protegerse hoy, sino también dentro de 10 años.
La amenaza cuántica no espera. Y la ventana para reaccionar se está cerrando.