En un mundo donde los datos se han convertido en la nueva moneda, la seguridad en la transferencia de datos es más importante que nunca. La integridad, la disponibilidad y la confidencialidad de la información son factores cruciales para la supervivencia y el éxito de cualquier organización. ¿Cómo pueden entonces las empresas asegurar la protección de los datos, tanto en reposo como en movimiento? La respuesta está en el cifrado de red, específicamente, el Encryption at Motion.
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El Encryption at Motion, también conocido como cifrado en movimiento, se refiere a la protección de los datos mientras se transmiten de un lugar a otro. Este tipo de cifrado es esencial en las operaciones diarias de cualquier organización, ya que protege los datos durante la transmisión segura de datos, evitando que los actores malintencionados puedan interceptar y explotar la información valiosa.
Una forma común de implementar el cifrado en movimiento es a través del Transport Layer Security (TLS) y su predecesor, Secure Sockets Layer (SSL). Estos protocolos cifran los datos que viajan entre los clientes y los servidores, proporcionando una capa de protección que mantiene la información segura.
Cuando un cliente se conecta a un servidor web a través de web browsers, la conexión puede ser vulnerable a ataques. Aquí es donde intervienen TLS y SSL. Aunque a menudo se utilizan indistintamente, TLS es en realidad el sucesor de SSL. TLS 1.0 reemplazó a SSL versión 1.0 en 1999, y desde entonces, la tecnología ha evolucionado para ofrecer un nivel aún más alto de seguridad.
La principal diferencia entre SSL y TLS es la forma en que se realizan las conexiones y cómo se cifran los datos. En el caso de TLS, se utiliza un "TLS session", que proporciona un canal seguro para la transmisión de datos entre el cliente y el servidor.
Para entenderlo mejor, pensemos en el proceso como un apretón de manos. Cuando el cliente se conecta al servidor, los dos dispositivos acuerdan los términos de la conexión, incluyendo el tipo de cifrado que utilizarán. Esta es la clave de cifrado, que puede variar dependiendo de la versión de TLS utilizada. Con TLS 1.0, el cliente y el servidor acuerdan una clave de cifrado y la utilizan para el resto de la sesión. Con TLS 1.2, la seguridad se mejoró permitiendo que la clave de cifrado se cambiara durante la sesión. Finalmente, con TLS 1.3, la seguridad se fortaleció aún más, ya que se eliminaron varios algoritmos de cifrado considerados inseguros y se mejoró la velocidad de conexión.
Los datos en reposo, es decir, los datos almacenados en una base de datos, un disco duro o cualquier otro medio de almacenamiento, están protegidos por diversas medidas de seguridad. Pero ¿qué ocurre cuando estos datos necesitan ser transferidos a través de una red inalámbrica o por cable?
Sin el cifrado en movimiento, los datos transmitidos podrían ser interceptados por actores malintencionados.
Estos datos podrían incluir información personal, financiera o corporativa sensible. Al cifrar los datos durante la transmisión, la información se vuelve inútil para cualquier persona que no posea la clave de cifrado correcta.
El cifrado en movimiento es de vital importancia en el entorno empresarial actual por varias razones fundamentales:
Hay varias formas de implementar el cifrado en movimiento para proteger los datos. Algunas de las más comunes incluyen el uso de TLS y SSL, como ya se mencionó, así como el uso de Redes Privadas Virtuales (VPN) y otros métodos de encriptación de datos.
Para asegurarse de que su organización está utilizando el cifrado en movimiento de manera efectiva, es importante considerar lo siguiente:
1. Actualice a la última versión de TLS: TLS 1.3 ofrece el nivel más alto de seguridad y es compatible con la mayoría de los navegadores web modernos.
2. Utilice un certificado SSL/TLS de un proveedor de confianza: Esto asegura que su servidor web está autenticado y que sus conexiones están protegidas.
3. Realice auditorías de seguridad regulares: Esto puede ayudar a identificar cualquier posible vulnerabilidad y garantizar que su sistema de cifrado está funcionando correctamente.
En conclusión, el cifrado en movimiento es una parte esencial de cualquier estrategia de seguridad de la información. Mediante el uso de protocolos como TLS y SSL, las empresas pueden proteger sus datos durante la transmisión, asegurando la confidencialidad e integridad de su información más valiosa.