El avance tecnológico está marcando una nueva era en la industria financiera. Uno de los cambios más significativos es el auge del "cloud computing" o computación en la nube. Este fenómeno está cambiando la cara de la banca tal como la conocemos. Las instituciones financieras, desde grandes bancos hasta fintechs, han encontrado en esta tecnología una oportunidad única para aumentar su agilidad, mejorar su rendimiento y potenciar la seguridad de sus operaciones.
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El cloud computing es un modelo de servicio que permite la disponibilidad bajo demanda de recursos informáticos, como servidores, almacenamiento, bases de datos, redes, software, análisis y más, a través de la internet. En lugar de invertir en hardware y mantenimiento, las empresas pueden acceder a estos recursos de forma flexible, pagando únicamente por lo que utilizan.
Esta flexibilidad otorga a la industria financiera una agilidad nunca antes vista. Los bancos pueden adaptarse con rapidez a cambios del mercado, desarrollar y desplegar nuevas aplicaciones, y mejorar la experiencia del cliente, todo esto gracias a la versatilidad que ofrece el cloud computing.
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La seguridad siempre ha sido un tema central en el sistema financiero. El término seguridad implica la ausencia de riesgo o daño. En este sentido, la seguridad informática en el entorno de la nube se convierte en un elemento crucial.
En primer lugar, es importante entender los tipos de seguridad implicados en el cloud computing. Tenemos la seguridad interior, la cual se refiere a las medidas preventivas y correctivas que se aplican en el interior de la infraestructura, como los controles de acceso, el monitoreo de actividades, y los protocolos de seguridad para los datos. Luego, tenemos la seguridad exterior, que está centrada en la defensa contra amenazas externas, como los ciberataques.
Una ventaja significativa de la nube es que, a diferencia de los sistemas físicos, los servicios de almacenamiento en la nube están diseñados para ser altamente resistentes a fallos. Esto se logra a través de redundancia y distribución de datos a través de varias ubicaciones, lo que protege contra pérdida de datos y mejora la resistencia frente a desastres naturales o ataques cibernéticos.
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En la industria financiera, la elección entre pública, privada o híbrida dependerá de la naturaleza de los servicios financieros proporcionados y el nivel de seguridad requerido. Por ejemplo, el Banco de México podría optar por una nube privada para garantizar la máxima seguridad de las transacciones y los datos de los clientes. Por otro lado, una fintech (Nu, RappiCard) podría beneficiarse de una nube híbrida, combinando la agilidad de la nube pública con la seguridad de una nube privada para el almacenamiento y el procesamiento de datos sensibles.
En México, varios bancos y entidades financieras han comenzado a adoptar el Cloud Computing en sus operaciones. A continuación, conoce algunos ejemplos notables:
En conclusión, la adopción del cloud computing en la industria financiera representa un cambio de paradigma en cómo se maneja la agilidad, los recursos informáticos y, sobre todo, la seguridad. Este avance tecnológico está transformando el sector, permitiendo una mayor eficiencia, resiliencia y seguridad en el manejo de las operaciones financieras y los datos de los clientes. Sin duda, la nube ha llegado para quedarse, y aquellos que se adapten más rápido serán los que lideren la próxima era del sistema financiero.