Cuando todo marcha bien en una empresa, es fácil olvidarse de lo que podría salir mal. Pero, ¿qué pasa cuando un ciberataque, un desastre natural o un error humano interrumpen tus operaciones? Ahí es donde entran en juego dos términos que, aunque suenan técnicos, pueden marcar la diferencia entre un caos total y una recuperación controlada: DRP y BCP.
Si alguna vez te has preguntado qué significan realmente estos planes, cómo se complementan o, más importante aún, en qué se diferencian, este artículo te va a despejar todas esas dudas. Porque cuando se trata de proteger tu negocio, entender la diferencia entre estos dos puede ser la clave para garantizar que todo siga funcionando, incluso en los peores escenarios.
Tabla de Contenido
Para empezar, es importante definir qué significa cada uno de estos términos y cuál es su propósito principal dentro de una estrategia de ciberseguridad y resiliencia empresarial.
Un Plan de Continuidad del Negocio, o Business Continuity Plan (BCP), es básicamente el manual de instrucciones para que las diferentes áreas de tu empresa sepan cómo actuar si sucede algo inesperado. Aquí es donde defines qué hacer para que las operaciones esenciales sigan funcionando, incluso cuando las cosas se pongan feas. Un detalle importante del BCP es que no solo cubre los Planes de Recuperación ante Desastres (DRP), sino que también incluye otras estrategias clave para que el negocio siga adelante, como:
Es algo así como el Plan Redeker en "Guerra Mundial Z", un plan para salvar a la humanidad en pleno apocalipsis zombi seleccionando a las personas más necesarias para sobrevivir y ponerlas a salvo.
Llevado a un terreno más realista (y menos apocalíptico), está claro que en una empresa todo el personal es importante, pero en situaciones de crisis algunos roles se vuelven críticos para mantener la operación a flote.
Por supuesto, evitar incidentes en tu empresa no es tan dramático como un apocalipsis zombi, pero es vital que evalúes los posibles riesgos y tengas claras las acciones que debes tomar para evitar un desastre.
Conoce más sobre: Pruebas de Continuidad: Tu Mejor Defensa Contra Desastres
Como mencionamos antes, el Disaster Recovery Plan (DRP) es parte del BCP. Básicamente, es el documento donde se describe qué pasos seguir para reactivar una área de TI cuando algo se interrumpe, ya sea una caída de servidores en la nube, problemas con la base de datos, o una falla en la infraestructura o el software.
El DRP es como una receta de cocina, un paso a paso que te guía para volver a levantar el sistema o infraestructura que se cayó. Su principal objetivo es identificar los activos críticos y preparar un plan de recuperación para cada uno en caso de un desastre.
Siguiendo con el ejemplo de "Guerra Mundial Z", después de haber puesto a salvo a las personas esenciales para la supervivencia, los más vulnerables quedan como distracción, mientras los seleccionados afortunados ejecutan el plan de acción. Eso es, más o menos, un DRP. Por supuesto, lo ideal es identificar las posibles vulnerabilidades de tu empresa y tener tu DRP listo con antelación, en lugar de estar buscando soluciones a última hora.
Aunque ambos términos suelen mencionarse juntos (incluso como DRP y BCP o BCP DRP), es importante entender que no son lo mismo. A continuación, destacamos las diferencias más importantes entre un DRP y un BCP.
La diferencia principal entre el DRP y el BCP radica en el enfoque:
El alcance de un DRP es más limitado que el de un BCP:
Dentro de un DRP, dos métricas son esenciales: el RTO (Recovery Time Objective) y el RPO (Recovery Point Objective):
El BCP también considera estos elementos, pero de una manera más holística, pensando no solo en la recuperación tecnológica, sino también en roles y responsabilidades a nivel operativo y la infraestructura tecnológica.
Conoce más sobre: RTO y RPO: ¿Qué son y cuál es la diferencia?
Es esencial entender que el DRP y el BCP no deben verse como estrategias independientes, sino como partes complementarias de un mismo esfuerzo para asegurar la resiliencia de una empresa frente a amenazas.
Por ejemplo, en caso de un ataque cibernético, el DRP permitirá restaurar los sistemas afectados para que vuelvan a funcionar, pero es el BCP el que garantizará que la empresa siga operando durante todo el proceso de recuperación. Mientras el equipo de TI trabaja en restaurar los servidores y recuperar datos, el equipo de operaciones puede seguir funcionando de acuerdo con el plan de continuidad predefinido.
Tener un DRP sin un BCP podría significar que, aunque se restaure la tecnología, el resto de la empresa se paralice, lo que podría causar pérdidas de ingresos y dañar la reputación de la empresa. De manera similar, un BCP sin un DRP puede garantizar que las operaciones continúen, pero sin una adecuada recuperación de sistemas, los datos perdidos podrían ser irrecuperables.
El primer paso tanto en un DRP como en un BCP es realizar evaluaciones de riesgo. Esto implica identificar qué tipos de amenazas (desastres naturales, ataques cibernéticos, errores humanos, etc.) podrían afectar a la empresa y cuáles son los datos críticos y las operaciones críticas que deben ser protegidas.
Es importante que ambos planes definan claramente los roles y responsabilidades de cada miembro del equipo durante una crisis. Esto incluye desde el equipo de TI hasta los líderes operativos y el equipo de comunicaciones.
Tanto el DRP como el BCP deben incluir una estrategia de recuperación bien documentada. En el DRP, esto se centrará en restaurar sistemas y puntos de recuperación (RPO), mientras que en el BCP esto puede incluir planes para la reasignación de funciones, acceso a sitios alternativos o soluciones temporales de operación.
Ningún plan de continuidad o estrategia de recuperación estará completo sin pruebas periódicas. Las simulaciones de crisis, pruebas de recuperación y ajustes basados en nuevas amenazas son cruciales para garantizar que ambos planes se mantengan eficaces.
Con todo lo que hemos comentado, es claro que cualquier negocio, sin importar su tamaño o sector, debería contar con un BCP y un DRP para asegurar que sus operaciones sigan adelante, pase lo que pase. Al final, la capacidad de respuesta de tu empresa se reflejará en su continuidad y competitividad en el mercado.
¿Estás pensando en crear tu BCP o DRP?
En TecnetOne, te ayudamos a diseñar una estrategia con las herramientas tecnológicas que necesitas para complementar tu plan y garantizar que tus operaciones sigan corriendo sin interrupciones.